jueves, 30 de junio de 2011

Entre preguntas e hipótesis está el conocer


El Conocimiento: entre preguntas e hipótesis
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 El Conocimiento: entre preguntas e hipótesis

"Lo importante es no dejar de hacerte preguntas": (Albert Einstein)
Julio Jaramillo Martínez | El Colombiano. Publicado el 30 de junio de 2011
El ejercicio de conocer y de aprender nace con las facultades naturales de las personas. Van formando, ellas, el proceso y la historia del conocimiento; proceso, por fortuna, inacabado; siempre capaz de crecimiento y de avance.

Esta historia progresiva del saber le establece un dilema a la mente humana: se limita ésta a reiterar lo aprendido ayer o asume el desafío de enfrentar el fascinante horizonte de lo que puede ser descubierto.

Si lo primero: el conocimiento se arriesga a estatizarse. La mente reduce su acción a la rutina, a la repetición. Se enmarca en una posesión de los datos generada por la inercia de lo ya sabido. Desdibuja la capacidad analítica y crítica del pensamiento. Se somete a la repetición, tal vez, a la copia. Adolece de originalidad.

Si lo segundo, el conocimiento progresa y la mente se empeña en ser gestora de 'algo más', de descubrir. La herramienta de la pregunta y de la hipótesis le es su impulso.

¿Qué es la hipótesis? Es el esfuerzo interrogativo ante algo; se le acompaña con la enunciación de unos elementos tentativos que quizá lleguen a ser su respuesta. Se los trae a cuento para ir despejando las incógnitas. Como huellas, trazan el sendero hacia el hallazgo de verdades que se empiezan a vislumbrar.

La 'pregunta' como punto de partida del conocimiento arranca con la observación de hechos y de fenómenos. Provienen éstos de los enigmas del universo, de la complejidad del cuerpo humano con todas sus funciones y sus múltiples relaciones internas y externas (con el medio en el cual se ubica), de las corrientes del pensamiento, del derrotero de la historia (sus hechos y sus procesos), de las circunstancias sociales de la vida cotidiana. El amplio conjunto de ellos bien amerita el ejercicio de la pregunta y del análisis. De plantearse la hipótesis: cuando suceden, ¿se debe a??

Una mente inquieta no se deja pues adormecer por el acontecimiento mismo como si allí se agotara. Lo describirá. Intuirá sus razones. Querrá penetrar en su dinámica. Indagará por su devenir. Tratará de mostrar sus efectos.

La hipótesis se pone su meta: alcanzar la explicación racional que le otorgue al conocimiento amplitud y profundidad en la comprensión de su objetivo. Intentará aclararlo mientras, un poco más tarde, alcance su iluminación. Se une así la hipótesis a las semillas de comprensión que la persona y el hecho encierran.

Es evidente que corre ella los riesgos de caminar por la selva de la incertidumbre, de asociarse con la aventura por compañera, de llegar a inciertos resultados, de caer en las sombras de 'al final ni se sabe'. Enfrentar este mundo hace grande el esfuerzo del hombre en la tarea de ampliar sus horizontes para entender los componentes de su vida.

No se deja amedrentar ante las previas angustias. Recorre su sendero con audacia, con sorpresa, con observación minuciosa, con sus primeros hallazgos. Cabalga en un cerebro pletórico de actividad. Abraza los imperativos de la lógica, se deja fascinar por los indicios de la verdad, descarta con humildad los rasgos de falsedad. Llega a convertir las preguntas en las afirmaciones que les marcan horizonte al saber y al proceso de la sociedad. Todos ellos son los factores que tipifican la malicia del investigador. Fue el hombre quien se preguntó. Fue él mismo quien intuyó las hipótesis. Ahora, él mismo, se enriquece con los frutos de una novedosa sapiencia que, más que ser patrimonio de su egoísmo, es riqueza de la humanidad. En virtud de este esfuerzo por conocer, las personas podrán asumir con luz propia el complejo conjunto de circunstancias en las que ellas han de realizar el curso de sus vidas.

La ciencia, conjunto de sabidurías, acoge gozosa los saberes que van llegando. Con ellos: penetrará los enigmas, apoyará el esfuerzo de la verdad, despejará vanas creencias, encauzará con paso firme al hombre, borrará sospechas e incertidumbres, será la brújula de la vida humana.

Hoy, audacia para el saber; mañana, claridad de horizontes para el subsistir.

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