jueves, 16 de junio de 2011

Crecimiento de los medios de comunicación en el orden global

México y Colombia, en el elenco "de oro" de la industria del entretenimiento

Al público le gusta ser entretenido en su propio lenguaje, con contenido relevante para ellos", Marcel Fenez, PriceWaterhouseCoopers.
Foto: Archivo Semana
Al público le gusta ser entretenido en su propio lenguaje, con contenido relevante para ellos", Marcel Fenez, PriceWaterhouseCoopers.

Ha sido llamado el grupo "de oro" y en su selecto elenco figuran dos actores latinoamericanos: México y Colombia.


Este reparto de unos pocos países y regiones tendrá en los próximos cuatro años un papel protagónico: impulsará el crecimiento de la industria de los medios de comunicación y el entretenimiento en las naciones emergentes. 

Tal es la conclusión del informe anual sobre el sector que elabora la consultora internacional PriceWaterhouseCoopers (PwC). El grupo "de oro" está conformado por Indonesia, Pakistán, Sudáfrica, Vietnam y la región de Medio Oriente y Norte de África, además de Colombia y México. PwC dice que el mercado de medios y entretenimiento experimentará un crecimiento anual del 12,7% en esas partes del mundo entre 2011 y 2015. 

Una cifra superior a la del grupo conocido como BRIC (Brasil, Rusia, India y China), que -se estima- registrará una expansión anual del 11,7% en el mismo período. El informe, titulado "Prespectivas globales sobre el entretenimiento y los medios", atribuye el vibrante crecimiento del grupo "de oro" a "la mayor difusión de la banda ancha e internet móvil y la rápida penetración de los teléfonos inteligentes". 

Mercados en la mira 
El reporte de PwC tiene como destinatarios a miles de ejecutivos de los medios y de los sectores tecnológico y financiero en todo el mundo, además de las mayores agencias de publicidad del planeta. Y la razón es sencilla, según la propia consultora: "Como muchas multinacionales, las empresas internacionales de comunicación y entretenimiento están enfocadas en incrementar sus ganancias y, para ello, deben expandirse en los mercados más dinámicos y de más rápido crecimiento entre las economías emergentes". 

El grupo "de oro" es, pues, el nuevo blanco de las grandes firmas globales y una oportunidad que no quieren desaprovechar. "Estos países y regiones tendrán una expansión similar a la que ya se vio en el BRIC, si bien partiendo de una base más baja", le dijo Marcel Fenez, de PwC, al diario británico Financial Times. "Y, al igual que en el BRIC, podrían implicar riesgos similares en términos de piratería e interferencia política", advirtió. 

Publicidad y "sabor local 
"El informe de PwC explica que, a diferencia de otras partes del mundo, será la inversión en publicidad y no el creciente interés de los comsumidores lo que impulse el crecimiento del mercado de medios y entretenimiento en el grupo "de oro". "Una cultura de piratería significa que el público tiene la tradición de pagar poco o nada por los contenidos", asegura el informe. 

La consultora precisa que, el año pasado, el 62% de las ganacias en el sector de medios y entretenimiento provino de los consumidores en los mercados maduros, mientras que esa proporción fue del 60,5% en el BRIC y de apenas el 49,6% en el grupo "de oro". 

Otra de las características que PwC resalta de Colombia, México y los otros países y regiones con gran potencial de expansión es que tienen una predilección por la oferta con "sabor local". "Al público le gusta ser entretenido en su propio lenguaje, con contenido relevante para ellos", destacó Marcel Fenez, de PwC. "En definitiva, los medios y particularmente el entretenimiento son esencialmente un negocio local en esas partes del mundo". 

De modo que, según el informe de PwC, la clave para la expansión de las compañías internacionales de medios y de entretenimiento será crear joint-ventures con socios dentro del grupo "de oro" o invertir en empresas ya establecidas en esos países y regiones.

martes, 14 de junio de 2011

Leer la mente ya comienza a ser posible


Científicos logran leer la mente
Cortesía | Lo que piensan los demás es algo que siempre ha intrigado al ser humano. Hoy se puede decir que existen aproximaciones interesantes en busca de alivio para ciertas enfermedades mentales.

Científicos logran leer la mente

EN UNA SERIE de estudios con imágenes funcionales de resonancia magnética pudieron establecer con alta precisión en cuál de cuatro estados mentales estaban los voluntarios.
Ramiro Velásquez Gómez | Medellín | El Colombiano. Publicado el 14 de junio de 2011
Yo sé lo que piensas tú. No es que sea mago ni posea una gran bola de cristal. No. Es asunto de ciencia. Mucha ciencia.

Si piensas en una operación matemática, en los asuntos del día, en una canción o... en nada, no me lo tienes que decir: ya lo sé. Los misterios del cerebro, que tantos son, poco a poco se conocen.

Científicos lograron leer el cerebro de personas bajo determinadas condiciones, lo que sugiere que distintos estados mentales pueden ser distinguidos basados solamente en patrones de actividad en redes coordinadas en el cerebro.

Son redes consistentes en regiones cerebrales que se comunican entre sí de manera sincronizada y que fueron empleadas por científicos de Stanford University para desarrollar una prueba para la enfermedad de Alzheimer y otros desórdenes mentales en los cuales esa comunicación es interrumpida.

El caso fue que en un novedoso grupo de experimentos, el grupo de investigadores encabezado por Michael Greicius, profesor de Neurología y ciencias Neurológicas, pudo determinar con base en datos de imágenes cerebrales si unas personas involucradas en los experimentos estaban recordando eventos del día, cantando en silencio, realizando operaciones matemáticas o sólo en descanso.

Un informe de la Escuela de Medicina de esa universidad informó que las personas se involucraron en esas actividades mentales a su propio ritmo, antes que de modo controlado típico de experimentos con imágenes cerebrales por resonancia magnética funcional.

Indica esto que el nuevo método, una variación de esas imágenes, podría ayudar a aprender más sobre lo que el cerebro hace durante estados mentales libres en los cuales se mueven las personas minuto a minuto en el mundo real.

Esa clase de imágenes pueden distinguir regiones activas del cerebro en las cuales las neuronas están activándose con rapidez. En los estudios estándar, los sujetos realizan tareas mentales asignadas en un ambiente altamente controlado. El investigador divide con rapidez el escaneo en periodos de tareas y no-tareas con puntos muy definidos de comienzo y fin. Así pueden detectar regiones cerebrales activadas por la tarea, sustrayendo las señales obtenidas durante los periodos de no-tareas de los de las tareas. Para identificar la parte del cerebro involucrada, por ejemplo, en una tarea de memoria, los estudios tradicionales necesitan controlar el tiempo de cada evento de recordación.

No es lo que hace una persona en su día a día, comentó Greicius.

En el estudio, los científicos identificaron correctamente en un 84 por ciento de las veces en cuál estado mental estaban los participantes con solo mirar los escáneres.

En este análisis, los investigadores no miraron las regiones que tenían mayor actividad durante un estado mental frente a otro, sino la actividad coordinada entre las regiones cerebrales que definen diferentes estados mentales.

Greicius y su grupo usaron periodos interrumpidos de escaneo de 30 segundos a 10 minutos, permitiendo a los individuos seguir sus pensamientos a su manera. Y lograron capturar el estado mental de la persona incluso con escaneos de menos de un minuto.

El estudio fue publicado en la publicación especializada Cerebral Cortex.

No se haga el bobo. Yo sé lo que está pensando.

» Contexto

Compuesto de redes separadas

Michael Greicius y sus colegas habían demostrado antes que el cerebro opera, hasta cierto grado, como un compuesto de redes separadas integradas por un número de distintas regiones cerebrales activas simultáneamente.

En su trabajo identificaron unas 15 redes. Distintas redes están relacionadas con la visión, la escucha, el lenguaje, la memoria, la toma de decisiones, las emociones y así por el estilo.

Con el escáner de los 14 voluntarios, los investigadores construyeron mapas de actividad coordinada en el cerebro durante cada una de las cuatro actividades mentales determinadas.

Miraron en particular 90 regiones distribuidas a través de múltiples redes que responden por la mayor parte de la materia gris.

Científicos logran leer la mente
Cortesía | Lo que piensan los demás es algo que siempre ha intrigado al ser humano. Hoy se puede decir que existen aproximaciones interesantes en busca de alivio para ciertas enfermedades mentales.

Científicos logran leer la mente

EN UNA SERIE de estudios con imágenes funcionales de resonancia magnética pudieron establecer con alta precisión en cuál de cuatro estados mentales estaban los voluntarios.
Ramiro Velásquez Gómez | Medellín | El Colombiano. Publicado el 14 de junio de 2011
Yo sé lo que piensas tú. No es que sea mago ni posea una gran bola de cristal. No. Es asunto de ciencia. Mucha ciencia.

Si piensas en una operación matemática, en los asuntos del día, en una canción o... en nada, no me lo tienes que decir: ya lo sé. Los misterios del cerebro, que tantos son, poco a poco se conocen.

Científicos lograron leer el cerebro de personas bajo determinadas condiciones, lo que sugiere que distintos estados mentales pueden ser distinguidos basados solamente en patrones de actividad en redes coordinadas en el cerebro.

Son redes consistentes en regiones cerebrales que se comunican entre sí de manera sincronizada y que fueron empleadas por científicos de Stanford University para desarrollar una prueba para la enfermedad de Alzheimer y otros desórdenes mentales en los cuales esa comunicación es interrumpida.

El caso fue que en un novedoso grupo de experimentos, el grupo de investigadores encabezado por Michael Greicius, profesor de Neurología y ciencias Neurológicas, pudo determinar con base en datos de imágenes cerebrales si unas personas involucradas en los experimentos estaban recordando eventos del día, cantando en silencio, realizando operaciones matemáticas o sólo en descanso.

Un informe de la Escuela de Medicina de esa universidad informó que las personas se involucraron en esas actividades mentales a su propio ritmo, antes que de modo controlado típico de experimentos con imágenes cerebrales por resonancia magnética funcional.

Indica esto que el nuevo método, una variación de esas imágenes, podría ayudar a aprender más sobre lo que el cerebro hace durante estados mentales libres en los cuales se mueven las personas minuto a minuto en el mundo real.

Esa clase de imágenes pueden distinguir regiones activas del cerebro en las cuales las neuronas están activándose con rapidez. En los estudios estándar, los sujetos realizan tareas mentales asignadas en un ambiente altamente controlado. El investigador divide con rapidez el escaneo en periodos de tareas y no-tareas con puntos muy definidos de comienzo y fin. Así pueden detectar regiones cerebrales activadas por la tarea, sustrayendo las señales obtenidas durante los periodos de no-tareas de los de las tareas. Para identificar la parte del cerebro involucrada, por ejemplo, en una tarea de memoria, los estudios tradicionales necesitan controlar el tiempo de cada evento de recordación.

No es lo que hace una persona en su día a día, comentó Greicius.

En el estudio, los científicos identificaron correctamente en un 84 por ciento de las veces en cuál estado mental estaban los participantes con solo mirar los escáneres.

En este análisis, los investigadores no miraron las regiones que tenían mayor actividad durante un estado mental frente a otro, sino la actividad coordinada entre las regiones cerebrales que definen diferentes estados mentales.

Greicius y su grupo usaron periodos interrumpidos de escaneo de 30 segundos a 10 minutos, permitiendo a los individuos seguir sus pensamientos a su manera. Y lograron capturar el estado mental de la persona incluso con escaneos de menos de un minuto.

El estudio fue publicado en la publicación especializada Cerebral Cortex.

No se haga el bobo. Yo sé lo que está pensando.

» Contexto

Compuesto de redes separadas

Michael Greicius y sus colegas habían demostrado antes que el cerebro opera, hasta cierto grado, como un compuesto de redes separadas integradas por un número de distintas regiones cerebrales activas simultáneamente.

En su trabajo identificaron unas 15 redes. Distintas redes están relacionadas con la visión, la escucha, el lenguaje, la memoria, la toma de decisiones, las emociones y así por el estilo.

Con el escáner de los 14 voluntarios, los investigadores construyeron mapas de actividad coordinada en el cerebro durante cada una de las cuatro actividades mentales determinadas.

Miraron en particular 90 regiones distribuidas a través de múltiples redes que responden por la mayor parte de la materia gris.

lunes, 13 de junio de 2011

La toxicomanía como un asunto de conciencia

Carta al Señor legislador
de la Ley de Estupefacientes

Por Antonin Artaud

Antonin Artaud: Padre del Teatro de la crueldad
Señor legislador: 


Señor legislador de la ley de 1916, aceptada por el decreto de julio de 1917 sobre estupefacientes, eres un cretino.

Tu ley no sirve más que para fastidiar la farmacia mundial sin beneficio para el nivel toxicómano de la nación, porque

1º El número de toxicómanos que se aprovisionan en las farmacias es mínimo.

2º Los verdaderos toxicómanos no se aprovisionan en las farmacias.

3º Los toxicómanos que se aprovisionan en las farmacias son todos enfermos.

4º El número de toxicómanos enfermos es mínimo comparado con el de toxicómanos por placer.

5º Las restricciones farmacéuticas de la droga no molestarán jamás a los toxicómanos voluptuosos y organizados.

7º Siempre habrá toxicómanos por vicio de forma, por pasión.

8º Los toxicómanos enfermos tienen sobre la sociedad un derecho imperecedero, que se les deje en paz.

Es, sobre todo, una cuestión de conciencia.

La ley de estupefacientes pone en manos del inspector-usurpador de la salud pública el derecho de disponer del dolor de los hombres; es una pretensión singular de la medicina moderna el querer dictar sus reglas a la conciencia de cada uno. Todos los balidos de la carta oficial no tienen poder de acción frente a este acto de conciencia: más aun que la muerte, yo soy el dueño de mi dolor. Todo hombre es juez, y juez exclusivo, de la cantidad de dolor físico, y de la vacuidad mental que pueda soportar honestamente.

Lucidez o inlucidez, hay una lucidez que ninguna enfermedad podrá quitarme, es la que me dicta el sentimiento de mi vida física. Y si yo he perdido mi lucidez, la medicina no tiene otra cosa que hacer más que darme las sustancias que me permiten recuperar el uso de esa lucidez.

Señores dictadores de la escuela farmacéutica de Francia, sois unos pedantes roñosos; hay una cosa que debería medir mejor: que el opio es esa imprescindible e imperiosa sustancia que devuelve a la vida de su alma a quienes tuvieron la desgracia de perderla.

Hay un mal contra el cual el opio es soberano, y ese mal se llama Angustia, en su forma mental, médica, psicológica, lógica o farmacéutica, como quieran.
La Angustia que hace locos.
La Angustia que hace suicidas.
La Angustia que hace condenados.
La Angustia que la medicina no conoce.
La Angustia que vuestro doctor no comprende.
La Angustia que lesiona la vida.
La Angustia que rompe el cordón umbilical de la vida.
Por vuestra inicua ley ponéis en manos de personas irresponsables, cretinos en medicina, farmacéuticos cochinos, jueces fraudulentos, doctores, comadronas, inspectores-doctorales, el derecho a disponer de mi angustia que es tan aguda como las agujas de todas las brújulas del infierno.

Temblores del cuerpo o del alma, no existe sismógrafo humano que permita llegar a una evaluación de mi dolor con precisión, que aquella, fulminante, de mi espíritu.

Toda la azarosa ciencia de los hombres no es superior al conocimiento inmediato que puedo tener de mi ser: Yo soy el único juez de lo que está en mí.

Volved a vuestros graneros, médicos hediondos, y tú también, Señor Legislador Moutonnier, que no deliras por amor a los hombres, sino por tradición de imbecilidad. Tu ignorancia de lo que es un hombre, sólo es igual a tu estupidez al pretender limitarlo. Yo te deseo que tu ley recaiga sobre tu padre, tu madre, tu mujer y tus hijos, y toda tu posteridad. Y ahora me trago tu ley.

Teatro de la crueldad 

"El individuo vive su agonía, se ha industrializado su existencia".

La nueva esclavitud
Por Gonzalo Márquez

Gonzalo Márquez Cristo: Poeta y escritor
Hemos construido una civilización a la medida de nuestras pesadillas. Mientras el 40% de los habitantes del planeta vive en la miseria y nuestras convicciones han sido planificadas desde los núcleos de poder, somos castigados sistemáticamente por una culpa que no hemos cometido, y como si fuera poco, sabemos que el Gran Hermano vislumbrado por Orwell en su novela 1984 no cesa de vigilarnos.

Kafka, el gran cronista de la contemporaneidad, nos había prevenido de la opción de convertirnos en abyectos insectos, y de la aún más terrible posibilidad de ser condenados por un crimen jamás cometido, pero poco dijo de la tiranía de las “verdades” impuestas.

Nuestro tiempo se ha caracterizado por instaurar formas de dominio más sutiles y opresiones más patéticas que aquellas que campeaban en siglos anteriores; pues es evidente que los esclavos de la antigüedad conocían su ignominioso destino, mientras que los de la contemporaneidad ignoran su condición ultrajante. Una extraña venda se ha posado sobre nuestros ojos. “¿Qué nos está pasando ahora?”, dijo Kant en 1784; pregunta hoy más necesaria que nunca.

Los monopolios de la imaginación con sus industriosas trampas sensibles han decidido nuestra ingenua confianza en sus “verdades” diseñadas. El Soma del que habla Huxley en Un mundo feliz, es dosificado a nivel planetario irradiando su amnesia, mediante una nueva taumaturgia.

No sólo los trabajadores sufren una esclavitud manifiesta, atemorizados por poderes hiperreales y por discursos excluyentes. Ni los desempleados o las víctimas que impone la sociedad para hacer creíble la ilusión que la sustenta. Pues si existe el memoricidio, si una estrategia a-crítica es generalizada y producida por el enjambre mediático, si nuestra mente es el blanco de una cultura que propone un diluvio de imágenes que impide ver el horizonte, es sin embargo necesario afirmar que el olvido no es feliz como se insinúa en la novela de Huxley, pues esta desmemoria que hemos construido incuba una devastación interior nunca deleitosa.

No deja de ser contradictorio que la civilización que más ha impulsado la individualidad en la Tierra, con sus hordas de nuevos esclavos que jamás serán libres porque hilos secretos controlan sus banales deseos, sea la que esté poniendo en crisis al individuo, borrando sus fronteras, haciendo desaparecer su rostro lustral.

El individuo vive su agonía, se ha industrializado su existencia. Todos los habitantes del planeta deben pensar aquello que deciden las multinacionales televisivas y los periódicos más influyentes. Todos debemos viajar a los mismos lugares y vestirnos según la imposición de los centros de dominio, prescindiendo de la comida lenta y de las bebidas proscritas por el espejismo publicitario. Todos debemos escuchar la misma música inocua y celebrar su arte domeñado, apreciando cómo las generaciones más jóvenes, ni siquiera se plantean la opción inversa, un salto fuera de su sombra, un interregno de rebeldía. Hemos exilado a Prometeo.

La nueva esclavitud extiende sus dominios. La publicidad ha demostrado ser uno de los medios de dominación más sutiles y peligrosos. La televisión, y todo aquello que comienza como un milagro, ha terminado por imponer sus entorpecedores grillos, y la hemos visto desgastar el asombro. La información nos ha incomunicado, y es así como nadie recuerda los eventos trascendentes, nadie vislumbra lo que ocurre tras las bambalinas del hecho histórico, y por eso hemos quedado indemnes, sin armas eficaces para contener el advenimiento de los nuevos inquisidores.

Un unanimismo se cierne en el horizonte y parece no dar tregua. Vivimos la Edad del Cíclope. No deja de ser temerario que en esta Era de gran pobreza humanística todos nos hayamos convertido en Nadie, pero al contrario del episodio Homérico: ninguna argucia nos hará contener la proliferación de los seres de un solo ojo.

Vivimos un tiempo desintegrador. El comercio de la “verdad” es degradante. Hemos llegado a un punto de servidumbre en el cual la única libertad de prensa estaría en la abolición de los grandes medios que tantas veces determinan el rumbo de los países, la libertad de credo en suprimir las terribles religiones del Libro, la libertad sexual en abolir la pornografía hasta en sus más sutiles representaciones, y la libertad política tan sólo podría hallarse suprimiendo esa mentira que llaman democracia. Fuimos conducidos al límite.

Sin embargo el engranaje del poder es insaciable, y como lo soñó el visionario Charles Chaplin, todos seremos devorados por las máquinas y peor aún por las pantallas, por sus tornasoladas fauces, y por un discurso que se podría denominar “cautivo”. La contienda por la verdad ya no es teológica sino que corresponde a esos dioses de paso, a esas deidades efímeras que son las actrices, los deportistas o los cantantes de rock, y a los tiranos, que como Narciso, naufragan en su lago, pero muy lentamente, porque ésta vez no se ahogan en pozos de agua sino de cristal líquido.

En tanto, el espíritu religioso –ese experto en exterminios–, continuará afilando sus armas desde los órdenes políticos para que sus adeptos sigan atemorizando el planeta, pero esta vez operan sigilosos. La Nueva Inquisición no necesita de los monjes Sprenger y Kramer ni de su Malleus maleficiarum, (Martillo de las brujas) y ni siquiera de los artificios que emprendían los verdugos para la imposición de la hoguera respaldados en su ruin tráfico con la verdad, pues hoy tan sólo necesita de la contundencia mediática y de una palabra: “terrorismo”, la que desde el 2001 legitimó todas las atrocidades en su desbandada patológica.

Estamos en el tiempo en el cual somos condenados sin pruebas, ejecutados sin juicio y sabemos que será muy difícil retomar el rumbo que nos lleve a destruir esta nueva esclavitud que se extiende en todo el planeta, y que debemos inventar algo en las esferas de la imaginación y del lenguaje para impedir la marcha de los nuevos e invisibles inquisidores que avanzan inexorablemente hacia nosotros. Y quizá la única posibilidad que tenemos, como lo afirmó Foucault, será la de forjar un nuevo régimen de producción de la verdad, pues sólo desprendiendo la verdad que sustenta las formas de dominación usuales podremos denunciar el engaño generalizado. La sociedad es un acervo de fuerzas legitimadas por seductoras creencias, por certidumbres que casi siempre tiranizan y esconden una cruel farsa, y se hace imperativo urdir una estrategia que culmine en su develación.

Pero mientras tanto, veremos con Nietzsche, crecer los desiertos.

Tomado del: Blog "Temas de nuestro tiempo". Consultado el: Lunes,  13 de junio de 2011. Hora: 20:43. <http://temasdenuestrotiempo.blogspot.com/>

Problemáticas de este momento: La droga y su legalización

La droga y lo divino - Legalización
Por Gonzalo Márquez Cristo
(E-mail: comunpresencia@yahoo.com)
Poeta y escritor colombiano, Gonzalo Márquez Cristo 
«Oh justo, sutil y poderoso opio!... ¡Sólo tú proporcionas al hombre esos tesoros, tú posees las llaves del paraíso!», había exclamado Thomas De Quincey –mucho antes, como se supondrá–, de la visión policiva impuesta contra la droga por los Estados Unidos, donde impera como siempre una doble moral y un trasunto económico.
Que el paraíso se encuentre en la droga como lo propone De Quincey en el párrafo antes citado (Confesiones de un inglés comedor de opio, 1822), o que el etnólogo George Dumézil haya pensado que todas las religiones son producto del efecto de los alucinógenos por parte del hombre primitivo, y que, aún más, un genio como Robert Graves –quien era considerado sabio incluso por Borges– reflexionara en el mismo sentido, hasta llegar a concluir, en El segundo nacimiento de Dionisos, que del consumo del bello hongo rojo de puntos blancos (Amanita muscaria) usado como decoración navideña en todo Occidente, derivan las visiones celestes de todas las religiones, no deja de ser asombroso; pero sí es increíble pensar que esta fuente germinal de paraísos se haya convertido en uno de los más abyectos y rentables negocios que ha inventado la contemporaneidad.
Es conocido por todos que la matemática de este comercio siniestro deja su saldo en rojo en los países productores, peyorativamente llamados del tercer mundo, que en verdad cada vez están más cerca del otro mundo, o del inframundo para ser explícitos, como pretende la voraz política de naciones imperantes en el globo.
Según la OMS (2002), un 12% de los fallecimientos que suceden cada año en Europa se deben a sustancias autorizadas (el 8,8 por ciento al tabaco y el 3,2 por ciento al alcohol), frente a sólo un 0,4 por ciento ocasionado por las ilegales:cannabis, anfetaminas (incluido el éxtasis), cocaína, opiáceos, etc. De los 27.829 homicidios registrados en Colombia durante el año 2002, se cree que el 34% fueron crímenes derivados del narcotráfico (aproximadamente 9.000) y se encuentran más de 15.000 colombianos detenidos en el exterior por esta misma causa; mientras en el México colombianizado, durante el año 2006 (datos CIDE), ocurrieron 2.000 muertes derivadas de las pugnas entre los Carteles; sin embargo las provocadas por sobredosis no sobrepasan en cada país el centenar.
La diferencia es gigantesca, y como es lógico, la cuantiosa cifra de las personas asesinadas por las mafias no puede compararse con la de las víctimas de sobredosis de alguna de estas drogas que por ignorancia son llamadas estupefacientes (sustancia que hace perder la sensibilidad), o narcóticos (otro equívoco de la legislación policiva pues el término alude a una sustancia que adormece; y quienes conocen la cocaína hallarán de inmediato la contradicción). Es conocido también que el 84% del dinero de la cadena del narcotráfico se queda en Estados Unidos o los países europeos y sólo el 16% llega a los territorios productores como Colombia, para fortalecer allá la economía de los países consumidores, y aquí a las pequeñas hordas detraqueteros y otros seres de costumbres estridentes y delictivas; además –es necesario decirlo–, de financiar a paramilitares que han decidido que nuestros ríos sean sólo navegables para los cadáveres; y a los guerrilleros que sueñan todavía con minar la estructura del imperio norteamericano con la mejor cocaína del mundo. Sobra agregar que esta ola de sangre no puede ser detenida mientras existan intereses económicos protegidos por legislaciones de doble moral, y mientras el precio de un gramo de cocaína en Colombia se multiplique por 40 en Estados Unidos y por 300 en Nueva Zelanda. A juzgar por las estadísticas, el dinero –y su ambición– será siempre más criminal que el poder originalmente sagrado de estas sustancias psicoactivas.
Que las plantas otrora sagradas (hongos, canabis, peyote, opio, datura, yagé, ololiuqui, sanpedro, coca…) con las cuales el hombre se comunicaba casi telefónicamente con los dioses, con el poderoso y fascinante argumento de que el cambio del ángulo de percepción es definitivo para la sabiduría, se hayan convertido en el vil comercio propiciador de desconocimiento y rapacidad, planteado al comienzo, no puede sorprendernos; pero sí el hecho de que éste vehículo cuya existencia es tan antigua como la cultura, y más que eso, clave de ese descubrimiento del más allá que fundó para muchos investigadores el espíritu religioso y la trascendencia artística, se haya convertido en la clave sustentadora de la novela negra que parece ser hoy por hoy nuestra sociedad.
Es sabido que los dioses se convierten en demonios, y que las deidades del opio, del teonánacatl o de la coca, son creaturas proscritas, pero debemos recordar que durante la década del cincuenta, en forma consecuente, algunos quisieron recobrar la fuente primitiva de este diálogo divino, guiados por los grandes poetas: Gautier, Baudelaire, Rimbaud, Michaux; por los escritores norteamericanos Edgar Allan Poe, y por supuesto por Aldous Huxley, quien había dicho genialmente a partir de su experiencia con la mezcalina: «Si las puertas de la percepción quedaran depuradas, todo se habría de mostrar al hombre tal cual es: infinito».
Jünger, Benjamín, Cocteau, Burroughs, Malraux, serían sólo algunos de los numerosos artistas que emprenderían sus ceremonias de conocimiento. Pero las drogas de este nuevo milenio han prescindido de sus ritos y al parecer hemos echado cerrojos en todas las puertas posibles para encontrar el paraíso. Lo que era sagrado se ha convertido en una cruenta fórmula de usura o en un simple pasatiempo. Los rituales fueron arrasados. Y aunque el hombre intentará escapar –como lo ha hecho desde siempre–, encontrar el olvido o simplemente percibir de otra forma, mucho más reveladora quizá –desarreglando los sentidos como decía Rimbaud–, la cultura del lucro se sigue imponiendo con su incesante río de sangre.
Por eso cada vez es más urgente recordar las categóricas palabras con las cuales el poeta mexicano Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, en una entrevista que realizáramos para la revista Común Presencia en 1992, se declaraba a favor de la legalización de la droga:
«Ustedes los colombianos no han podido escapar a la violencia de su país... Conozco en parte las caras de esa desgarradura, la del narcotráfico, la del hambre y las desigualdades sociales, la de los grupos paramilitares... Pero lo que más me produce desolación es la debilidad política de nuestros gobernantes. Sin duda, lo único que puede suprimir esa violencia decretada por el tráfico de drogas es su legalización. Algunas veces lo he dicho públicamente... Y me parece increíble que los artistas más reconocidos de Latinoamérica no presenten enfáticamente la necesidad de la legalización. ¿Por qué los escritores no se comprometen contra una historia que debe ser desviada? Por favor digan esto allá, es importante que lo digan en su país y en todas partes: yo me pronuncio a favor de la legalización de la droga, y espero que esto sirva de algo. Ojalá fuese un punto de partida para el diálogo, y para hallar un dique contra ese río de sangre que los azota, y que nos fustiga también a los mexicanos».
No es necesario agregar más. Es importante que entrado el siglo XXI se reviva el debate, que no caigamos en el artilugio de despenalizar legalizar,que recordemos que para la fundación de la cultura fue esencial el conocimiento de estas mágicas sustancias que la modernidad ha des-ritualizado, que tenían connotaciones místicas y proféticas, que hacían parte de ceremonias de alianza divina, y por eso nos parece legítimo exigir que el control sobre la droga lo ejerzan las instituciones médicas y no las mafias y la policía corrupta, porque como diría José Saramago, ya es tiempo de esforzarnos por legalizar la droga, aunque primero –lo cual es incuestionable– debamos esforzarnos por legalizar el pan.

(El artículo escrito por el poeta colombiano Gonzalo Márquez fue tomado del Periódico Virtual Con-Fabulación, al cual agradecemos esta publicación).

Docencia acrítica al servicio de presupuestos globalizadores

Los baby teachers:
 
hijos del neoliberalismo

Carlos Fajardo Fajardo*
Poeta, ensayista y catedrático colombiano 

Carlos Fajardo Fajardo
Profesor Universidad de La Salle, Bogotá
Hijos del neoliberalismo –en realidad neoconservadores– han sido educados para obedecer, aceptar y aplicar las ordenanzas de un capitalismo mordaz. Alabar y no rechazar son sus slogans. Con tales actitudes aspiran a fortalecer los regímenes antes que a mostrar sus debilidades. Son los nuevos técnicos del pensamiento. Alfabetizados en las tecnologías, han hecho de éstas un tótem supremo desde las cuales creen conocer en profundidad el mundo, la realidad del mismo. Despolitizados, desocializados, individualistas y tecnócratas, se estremecen ante la palabra confrontación. Seguidores del pensamiento utensiliar, son monaguillos que vuelven culto los reglamentos autoritarios de la educación.

Son los baby teacher de las universidades: eficaces, eficientes, autómatas bilingües, “todo terreno”, choferes de las tecnologías. Gestionan sin queja la dictadura normativa de las llamadas investigaciones universitarias. Hijos del neoliberalismo, baby teacher de las instituciones.

En Colombia existen grandes laboratorios que los producen en serie y se reproducen exponencialmente. Todos han egresado de universidades que les tocó sufrir el azote de la Ley 30, la cual no sólo impulsó una agresiva privatización, sino que las ahogó en su misma sustancia al obligarlas a llevar un plan acelerado de acreditación acorde a las exigencias del mercado global. Como consecuencia, se desmontaron currículos, se ajustaron los planes de estudio a nefastos objetivos y se desterró todo proyecto de una pedagogía crítica y renovadora.

En varios aspectos, los discursos doctrinales, religiosos, moralistas y políticos de esta primera década del siglo XXI, se asemejan a los de la llamada Regeneración de la República Conservadora impuesta en el país desde 1880 hasta 1930: servidumbre hacendaria y partidista, maniqueísmos religiosos y morales, conservadurismo, ideología imperial y papal, controles a la educación, censura camuflada, obstáculos a la modernidad crítico-creativa, centralismo intelectual, rechazo a la autonomía del intelectual disidente.

Todas las pocas conquistas de autonomía universitaria, docente, estudiantil, e intelectual lograda en los años sesenta hasta mediados de los ochenta, fueron diluyéndose y cambiándose por una adaptación servicial e integrada al “nuevo orden global”. La consolidación de la economía de mercado, del poder de los medios masivos de comunicación, de las tecnologías digitales, la urbanización e inmigración masiva, la privatización en serie y en serio, la banalización de la cultura, son algunos contextos sobre los cuales se desarrolló y se llevó a cabo el pensamiento neo-conservador de última hora.

Como consecuencias observamos el paso de los intelectuales críticos a los baby teacher “todo terreno”, adaptados al son que les toquen. Desde aproximadamente 1990 un cambio radical ha impactado en las estructuras universitarias. Todos sus estamentos han sido lentamente transformados.

El neoliberalismo atrapó las libertades colectivas e individuales que todavía eran posibles en las instituciones tanto públicas como privadas. Así, los profesores, estudiantes e intelectuales entraron a un espacio de mayor control. Se impuso un lenguaje administrativo y ecónomo.

Con ello se pasó de una activa reflexión a la sumisión de la gestión. Entonces, conceptos tales como, eficiencia, eficacia, competitividad, flexibilización, administración e insumos, entraron a formar parte del lenguaje en los ámbitos educativos.

Como resultado tenemos un nuevo tipo de intelectual: el docente eficiente con lenguaje ecónomo. El denominado “relevo generacional”, es decir, jóvenes profesores que reemplazan a los viejos intelectuales de vanguardia crítica, y el nombramiento de economistas y de administradores en los mandos medios de dirección académica, garantizan las reformas curriculares acorde con las demandas neoliberales. Golpe bajo al trabajo crítico y humanista; ganancia para el trabajo administrativo. Burócratas contra intelectuales.

De manera que la universidad se adapta a las exigencias del mercado edificando el llamado por algunos teóricos “capitalismo académico”: una “universidad emprendedora”, lo que quiere decir subordinada a la mercantilización de sus componentes. El “capitalismo académico”, el cual ha sido impuesto como política central por los países de élite, asume la educación como industria, fábrica, como businnes university.

La universidad queda reducida a un bazar de servicios educativos y de bienes simbólicos y culturales, con clientes y accionistas (los estudiantes), con obreros y asalariados (los profesores), con productos (los resultados de las investigaciones, los saberes y conocimientos) y gerentes ecónomos, administradores (directivas). En este bazar universitario a los logros académicos de los profesores se les evalúa o controla de forma cuantitativa, es decir, por la cantidad de productos de investigación, de publicaciones, de cátedras, de participación en eventos. Al profesorado se le trata como a un insumo, un objeto consumible y consumidor. Las lógicas de la comercialización de la eficacia y de las competencias de rentabilidad dominan el territorio.

¿Dónde queda la autonomía crítica del docente intelectual? Los baby teacher dan la respuesta: son cosas del pasado dicen; peticiones de una historia muerta, enterrada. En su lenguaje dan un no a la memoria y un sí al “ahorismo” consumible, adaptado. La instrucción y formación de docentes que hacen de la tecnocracia algo plenipotenciario, o bien que asumen la modernización tecnológica, impuesta desde arriba, con preocupante ingenuidad, es una de las más grandes heridas en el corazón de la academia. Ante la reflexión se propone la gestión; frente al debate político y cultural se irrumpe con una relajación pragmática; contra una actitud de confrontación y diferencia, se establece una postura de adaptación, aceptación y confort académico.

Es la “mercadización” de lo social, de lo educativo, donde triunfan las dinámicas de lo administrativo, del “gerencialismo”. De esta forma, la paranoia, la autocensura y el conformismo se reivindican en estos escenarios empresariales de hipervigilancia y control competitivo. El ascenso del pensamiento neoconservador y de la globalización económica neoliberal ha contribuido a crear este tipo de docente universitarioadaptado y adaptable. De modo que al joven docente le han otorgado un papel de legitimador político, cultural y moral de los regímenes hegemónicos. Atrás quedaron los tiempos del intelectual disidente, las posiciones libertarias. ¡Oh baby teacher, bienvenidos al futuro!

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* Carlos Fajardo Fajardo. Nació en Santiago de Cali, Colombia. Poeta y ensayista. Filósofo de la Universidad del Cauca. Magíster en Literatura de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá y Doctor en Literatura de la UNED (España). Es profesor universitario de estética, historia del arte y literatura en la Universidad de la Salle-Bogotá-. Es cofundador de la Corporación “Si Manaña Despierto”, dedicada a la investigación y creación artística y literaria. Tiene publicadas, entre otras obras, Origen de Silencios. Fundación Banco de Estado, Popayán (1981), Serenidad Sitiada, Si Mañana Despierto Ediciones, Bogotá (1990),Veraneras, premio de poesía Antonio Llanos, Si Mañana Despierto Ediciones, Santafé de Bogotá (1995), Atlas de callejerías. Trilce Editores, Santafé de Bogotá (1997) Charlas a la Intemperie. Universidad INCCA de Colombia, 2000. Estética y posmodernidad. Nuevos contextos y sensibilidades, Editorial Abya-yala, de Quito, Ecuador, 2001,Estética y sensibilidades posmodernas. ITESO, Guadalajara, Méjico, 2005; Tierra de Sol, Premio de poesía Jorge Isaacs, Gobernación del Valle del Cauca, 2003, la antología de su poesía titulada Serenidad Sitiada, Universidad del Valle, 2004; El arte en tiempos de globalización. Nuevas preguntas, otras fronterasUniversidad de la Salle, 2006y varios ensayos en revistas especializadas y diarios nacionales e internacionales. Sus poemas y ensayos han sido traducidos al inglés, italiano, serbio y portugués. Ganador del premio de poesía Antonio Llanos, Santiago de Cali 1991; segundo premio en el Primer Concurso Nacional de Poesía ICFES, 1984; Mención de Honor en el Premio Jorge Isaacs 1996 y 1997; Mención de Honor Premio Ciudad de Bogotá, 1994. El premio de poesía Jorge Isaacs le fue otorgado en diciembre de 2003. E-mail: carlosfajardofajardo@yahoo.com

Biografía Tomado del: Blog Escritores Colombianos. Consultada el Lunes, 13 de junio de 2011. Por Administración Blog Lenguaje y Comunicación Universidad de Antioquia, para diseñar cursos relacionados con el área de lenguaje. <http://escritorescolombianos.blogspot.com/2006/11/carlos-fajardo-fajardo.html>.

Texto tomado del: boletín Correspondencia #187 del 23 de mayo de 2011 de la Asociación de Profesores de la Universidad de Antioquia.