lunes, 16 de julio de 2012

El viejo remedio... Por William Ospina

YO SÉ QUE QUIEREN QUE NOS ALEGREMOS con la muerte de Pablo Escobar. Yo sé que quieren que nos alegremos con la muerte del Mono Jojoy. Yo sé que quieren que nos alegremos con la muerte de Marulanda. Y que nos alegremos con la muerte de Desquite, de Sangrenegra, de Efraín González.



Yo no me alegro. No me alegra la muerte de nadie. Pienso que todos esos monstruos no fueron más que víctimas de una sociedad injusta hasta los tuétanos, una sociedad que fabrica monstruos a ritmo industrial, y lo digo públicamente, que la verdadera causante de todos estos monstruos es la vieja dirigencia colombiana, que ha sostenido por siglos un modelo de sociedad clasista, racista, excluyente, donde la ley “es para los de ruana”, y donde todavía hoy la cuna sigue decidiendo si alguien será sicario o presidente.

Tanto talento empresarial de ese señor Escobar, convertido en uno de los hombres más ricos del mundo, y dedicado a gastar su fortuna en vengarse de todos, en hacerles imposible la vida a los demás, en desafiar al Estado, en matar policías como en cualquier película norteamericana, en hacer volar aviones en el aire: tanta abyección no se puede explicar con una mera teoría del mal: no en cualquier parte un malvado se convierte en semejante monstruo.

Y tanto talento militar como el de ese señor Marulanda, que le dio guerra a este país durante décadas y se murió en su cama de muerte natural, o a lo sumo de desengaño, ante la imposibilidad de lograr algo con su inútil violencia, pero que se dio el lujo triste de mantener a un país en jaque medio siglo, y de obligar al Estado a gastarse en bombas y en esfuerzos lo que no se quiso gastar en darles a unos campesinos unos puentes que pedían y unas carreteras.

Yo sé que quieren hacernos creer que esos monstruos son los únicos causantes del sufrimiento de esta nación durante medio siglo, pero yo me atrevo a decir que no es así. Esos monstruos son hijos de una manera de entender a Colombia, de una manera de administrarla, de una manera de gobernarla, y millones de colombianos lo saben.

Por eso Colombia no encontró la paz con el exterminio de los bandoleros de los años cincuenta. Por eso no encontró la paz con la guerra incesante contra los guerrilleros de los años sesenta. Por eso no encontró la paz tras la desmovilización del M-19. Por eso no conseguimos la paz, como nos prometían, cuando Ledher fue capturado y extraditado, y cuando Rodríguez Gacha fue abatido en los platanales del Caribe y Pablo Escobar tiroteado en los tejados de Medellín, ni cuando murieron Santacruz y Urdinola y Fulano y Zutano y todo el cartel X y todo el cartel Y, y tampoco se hizo la paz cuando murió Carlos Castaño sobre los miles de huesos de sus víctimas, ni cuando extraditaron a Mancuso y a Don Berna y a Jorge 40, y a todos los otros.


Porque esos monstruos son como frutos que brotan y caen del árbol muy bien abonado de la injusticia colombiana. Y por eso, aunque quieren hacernos creer que serán estas y otras mil muertes las que le traerán la felicidad a Colombia, los desórdenes nacidos de una dirigencia irresponsable y apátrida, yo me atrevo a pensar que no será una eterna lluvia de las balas matando colombianos degradados, sino un poco de justicia y un poco de generosidad , lo que podrá por fin traerle paz y esperanza a esa mitad de la población hundida en la pobreza, que es el surco de donde brotan todos los guerrilleros y todos los paramilitares y todos los delincuentes que en Colombia han sido, y todos los niños sicarios que se enfrentan con otros niños en los azarosos laberintos de las lomas de Medellín, y que vagan al acecho en los arrabales de Cali y de Pereira y de Bogotá.

Claro que las Farc matan y secuestran, trafican y extorsionan, profanan y masacran día a día, y claro que el Estado tiene que combatirlas, y es normal que se den de baja a los asesinos y a los monstruos. Pero que no nos llamen al júbilo, que no nos pidan que nos alegremos sin fin por cada colombiano extraviado y pervertido que cae día tras día en la eterna cacería de los monstruos, ni que creamos que esa vieja y reiterada solución es para Colombia la solución verdadera. Porque si seguimos bajo este modelo mental, no alcanzarán los árboles que quedan para hacer los ataúdes de todos los delincuentes que todavía faltan por nacer.

Más bien, qué dolor que esta dirigencia no haya creado las condiciones para que los colombianos no tengan que despeñarse en el delito y en el crimen para sobrevivir. Qué dolor que Colombia no sea capaz de asegurarle a cada colombiano un lugar en el orden de la civilización, en la escuela, en el trabajo, en la seguridad social, en la cultura, en la sana emulación de las ceremonias sociales, en el orgullo de una tradición y de una memoria. Yo, personalmente, estoy cansado de sentir que nuestro deber principal es el odio y nuestra fiesta el exterminio.

Construyan una civilización. Denle a cada quien un mínimo de dignidad y de respeto. Hagan que cada colombiano se sienta orgulloso de ser quien es, y no esté cargado de frustración y de resentimiento. Y ya verán si Colombia es tan mala como quieren hacernos creer los que no ven en la violencia del Estado un recurso extremo y doloroso para salvar el orden social, sino el único instrumento, década tras década, y el único remedio posible para los viejos males de la nación.

domingo, 15 de julio de 2012

Medellín: Próximo destino de las grandes producciones cinematográficas

Medellín podría ser Meca del cine

Una alianza público-privada busca construir en Medellín los primeros estudios de cine del subcontinente.
POR JUAN DAVID MONTOYA | Publicado el 15 de julio de 2012
Notas relacionadas
    Medellín podría ser Meca del cine
    ILUSTRACIÓN CAMILA MONTEJO
    Fue John Leguízamo quien dio la noticia al gremio cinematográfico nacional y a los extranjeros que asistían al tercer Bogotá Audiovisual Market. Luego, el presidente la confirmó: Medellín está detrás del primer estudio de cine de Suramérica.

    Este miércoles, durante la presentación de la Ley de Cine Filmación Colombia, J uan Manuel Santos y el actor colombiano más cercano a Hollywood mencionaron el proyecto que involucra a la Alcaldía de Medellín y a una poderosa compañía británica.

    "El tema está avanzado en una etapa mucho más formal, más seria", afirma Juan Camilo Quintero , el secretario privado del alcalde Aníbal Gaviria , para quien dirigir la inversión cinematográfica hacia Medellín es una prioridad.

    "Esperemos que esto llegue a buen puerto porque creemos que es una oportunidad para verdaderamente mostrar a Medellín como es", complementa.

    A meses de contar con una legislación que favorece el rodaje de megaproducciones en territorio colombiano (ver recuadro), la administración local dialogó con algunas de las productoras y agencias actorales más importantes de Hollywood.

    Los contactos con United Talent Agency (UTA), Creative Artists Agency (CAA), Fox, Atlas y Universal, asegura Quintero, podría representar en un futuro no muy lejano inversiones por el orden de los cien millones de dólares.

    "Nos reunimos con varios productores de cine y miramos la posibilidad de hacer películas con ellos. Les planteamos lo del reembolso del 40 por ciento, les contamos cómo va avanzando la seguridad en Medellín y siempre salía a flote el tema de los estudios", asegura.

    Para el secretario privado del alcalde, solo a través de un estudio cinematográfico Colombia podrá sacar una ventaja competitiva frente a otros países que ya cuentan con legislaciones similares a la aprobada esta semana.

    Alianza internacional

    Pinewood, una compañía inglesa con estudios en República Dominicana, Canadá, Alemania y Malasia, ya le manifestó a la Alcaldía su interés de establecerse en la ciudad.

    Junto a los funcionarios que establecieron contacto con la gran industria estuvieron los directores de Contento Films, una productora colombiana miembro de la alianza público-privada que haría posible este espacio.

    "Nosotros a nivel ciudad nos hemos estado moviendo mucho para que Medellín se convierta en el epicentro de la cinematografía y la industria del entretenimiento de Latinoamérica", afirma Alejandro Arango, director de la compañía nacional.

    La administración Gaviria se comprometió a aportar un millón de dólares de los 35 que cuesta el complejo cinematográfico. Estos recursos, aclara Quintero, se usarán principalmente en el diseño del espacio.

    Además de Pinewood, Contento Films y la Alcaldía de Medellín, se buscan otros dos socios: un inversionista internacional y un ente estatal que disponga el terreno para la construcción. Se piensa en la Gobernación de Antioquia.

    Y aunque el Ministerio de Cultura descartó apoyar económicamente esta iniciativa, este diario pudo establecer que el gobierno está analizando la posibilidad de ofrecer exenciones tributarias a productores extranjeros que realicen sus obras en Medellín.

    La ministra de cultura Mariana Garcés Córdoba reveló que esta idea ya cuenta con la aprobación del Ministerio de Comercio, y será debatida con la Dian y el Ministerio de Hacienda.

    "Estamos pensando en una posibilidad de que esos complejos de ciudades creativas, como se les conoce en el mundo, sean tratados como una zona franca en la que puedan tener una exención tributaria de largo plazo", afirmó.

    Abierta al mundo

    Los cálculos gubernamentales son ambiciosos. A través del posicionamiento de Colombia como destino para el rodaje de filmes tipo Hollywood, el Ministerio de Cultura espera que el país reciba más de 200 millones de dólares de inversión en 2013.

    "Queremos que lleguen películas de grandes presupuestos -asegura Mariana Garcés -. Dentro de las simulaciones que hicimos estimamos que ojalá pudiésemos rodar cinco películas al año cuyos presupuestos sean cercanos o superiores a 30 millones de dólares".

    Por el momento, Medellín se perfila como la ciudad que con más vehementemente compite por este multimillonario botín. "Creemos que esto es una oportunidad para una línea de negocios muy importante para la ciudad, no solamente en materia de inversión en películas, sino también en internacionalización", dice Juan Camilo Quintero.

    "El impacto que puede tener que artistas de Hollywood filmen películas acá, estén viviendo dos meses en nuestros hoteles y después salgan a hablar bien de Medellín y Colombia, eso no tiene precio".

    ANTECEDENTES


    Ley filmación Colombia

    La nueva ley de cine destina recursos para financiar producciones extranjeras o nacionales que contraten servicios cinematográficos colombianos. El 40 por ciento de los gastos de preproducción, rodaje o posproducción serán asumidos por el Fondo Fílmico Colombia que estará en manos del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. El Gobierno también devolverá el 20 por ciento de los gastos en hoteles, alimentación y transporte. Los colombianos que concursen por estos estímulos no podrán participar de las convocatorias de la Ley 814 de 2003. Para aspirar a estos dineros, el presupuesto mínimo es de 500.000 dólares.

    OPINIONES

    ¿Listos para el cine comercial?

    ¿Listos para el cine comercial?
    Laura Gómez 

    Contento Films 

    "¿Qué busca Hollywood en un destino? 
    Que sea competitivo en el tema de impuestos y se tengan estudios. Si hay infraestructura y hay incentivos, estamos listos para consolidar una industria".

    Diana Rivera
    Directora Mesa de Animación 

    "El proyecto de los estudios me parece muy interesante y, cuando se mira la ley de cine, oportuno; pero me parece muy preocupante porque no encuentra uno una conexión entre todos. No estamos todos mirando para el mismo lado". 

    Diego Ángel 
    Asesor en animación Ruta N 
    "En Colombia hay talento, pero no está educado. Aquí no se puede tener 100 o 200 animadores de 3D porque la calidad global no existe. No hay capacidad para hacer un largometraje de cine animado".