viernes, 21 de enero de 2011

El SENA: Una Institución de Talla Mundial

"El Sena debe ser una entidad de talla mundial": padre Camilo Bernal

El padre Camilo Bernal es bogotano y lleva 23 años de vida sacerdotal.
Foto: Guillermo Torres/Semana. El padre Camilo Bernal es bogotano y lleva 23 años de vida sacerdotal.
EDUCACIÓN.Para el nuevo director del Sena, la entidad no tiene competencia en Colombia, por eso su calidad debe ser de línea internacional. Está convencido de que la base productiva del país debe formarse con lo mejor.
Viernes 21 Enero 2011
En los dos días que lleva como nuevo director del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena), el padre Camilo Bernal Hadad se ha dedicado a escuchar. Confiesa que esa será su estrategia durante las próximas 11 semanas en las que se declara será un aprendiz para conocer al detalle la entidad de formación pública más grande e importante del país.
“Tengo derecho a mi curso de 440 horas”, dice el sacerdote que ya tiene clara la directriz que implementará en el Sena para los próximos años: convertirla en una entidad con programas de talla mundial, y lo más importante, que forme ciudadanos y seres humanos. 
 
Seguirá en el proceso de mejoramiento de la calidad de la oferta del Sena, como lo venía haciendo su antecesor, Darío Montoya. En este sentido una apuesta importante es promover más capacitación para los instructores, evaluarlos, y al tiempo invertir en la infraestructura de los laboratorios y fortalecer los sistemas de información para responder a la demanda de la formación virtual. 

Entre las tareas inmediatas está llevar programas del Sena a la población afectada por el invierno, proceso en el que también estarán involucrados los aprendices. De hecho, considera que los estudiantes también deben aportar su granito de arena a la misión de la entidad.

Semana.com: ¿Le da nostalgia dejar el Minuto de Dios? 

Camilo Bernal (C.B.): Claro. Pero son momentos de la vida y hay que hacer el duelo. Como todo en la vida son procesos y se cierra un capítulo, se abre otro y hay que hacerlo con alegría y esperanza. 

Semana.com: ¿Cómo llegó a ser director del Sena? ¿Qué le dijo el presidente Juan Manuel Santos? 

C.B.: La idea surgió por altos funcionarios. Al Ministro de Hacienda y al director de Planeación Nacional que se les ocurrió la idea y luego hubo un proceso: entrevistas por parte del consejero para la prosperidad social para ver qué pensaba yo. Luego vinieron unas pruebas con la firma cazatalentos y eso me gustó porque siempre tuve curiosidad de hacer un examen de esos. 

Voy a pedir los resultados (de las pruebas) porque quiero saber en qué puedo mejorar. (…) Luego, el 22 de diciembre, vino la entrevista con el Presidente, que fue la parte protocolaria donde acepté y recibí las instrucciones. 

Semana.com: Como rector de una universidad privada, ¿cómo veía el Sena antes de ser el director? 

C.B.: A lo largo de todos mis trabajos he tenido relación con el Sena. Siempre hemos podido estructurar convenios, dado que el Minuto de Dios desarrolla actividades que son en beneficio de las clases menos favorecidas y ese es también el papel del Estado. 

Vi en estos años transformar el Sena completamente. Pasó de una concepción de hacer artes y oficios a impartirlo de una manera más técnica y para la producción. El Sena se ha venido transformando según el país ha ido cambiando. 

Creo que se han introducido elementos muy innovadores como la virtualidad, los métodos de aprendizaje y el aprendizaje por competencias. Los muchachos aprenden a trabajar por proyectos, como en la vida real, y en equipo. En ese sentido, esas innovaciones me parecen muy acertadas. 

Semana.com: ¿Cuál es el desafío?

C.B.: Como el Sena no tiene un competidor en Colombia, tiene una obligación moral de ser una entidad de talla mundial. 

En el mundo hay otras entidades y sistemas como el Sena. En eso se avanzó y hay muchos convenios, pero al Sena hay que verlo como una empresa. El gran desafío es hacer que sus programas académicos sean de talla mundial. Por ejemplo, que nuestro programa de gastronomía compita con su equivalente en Brasil, Perú, Australia, Francia, México o Estados Unidos. 
 
De otra manera es muy difícil que Colombia empiece a tener sectores productivos de talla mundial. (…) Tenemos que ser capaces de tener una base productiva que haya recibido una formación de talla mundial; eso no es fácil y es un desafío importante. 

También se han hecho esfuerzos en enviar a instructores a hacer cursos en el exterior, pero hay que buscar la manera de acelerar su proceso de aprendizaje, para que ellos miren las tecnologías que hay en otras partes del mundo y las apropien. 

El Sena tiene que traer las mejores experiencias del mundo para poder impactar y ayudarle también a las instituciones pequeñas que hay en los pueblos, que enseñan sistemas, auxiliar de enfermería o cocina, para que se desarrolle y complemente el servicio del Sena. 

Semana.com: ¿Cuál es ese nuevo ingrediente que desea tenga la formación en el Sena? 

C.B.: Colombia es un país que ha atravesado un proceso de violencia muy fuerte y eso tiene que ver con la familia, con las escuelas y con la formación. Entonces, tenemos que contribuir a la formación de ciudadanos. Algunos preguntarán ¿qué tiene que ver eso con la entidad? Es que el Sena es formación profesional integral. 

Somos muy agresivos y a nosotros nos parece un estado natural. Si el Sena tiene acceso a ocho millones de personas, que por lo menos se pregunten cómo podemos ser mejores ciudadanos y cómo podemos ayudar a construir un país más justo, más fraternal y reconciliado. A mi juicio, eso hace parte de la formación integral: no todo tiene que volverse conflicto. 

Nuestros laboratorios no son sólo para la tecnología, sino también para la ciudadanía (…), una ciudadanía activa, que no es la que sale a hacer manifestaciones, sino la que en la cotidianidad de la vida le sirve al país. Hay que desarrollar al individuo. 

Semana.com: Una crítica de las universidades es que el Sena no debe ofrecer formación técnica y tecnológica (educación formal), sino sólo programas de formación para el trabajo (no formales) ¿Cómo ve el tema ahora como director? 

C.B.: Hay 500.000 estudiantes en programas técnicos y tecnológicos en el Sena. Tenemos que asegurar la calidad de esta formación, porque es gratuita y porque es la institución de formación más grande e importante de Colombia. Tenemos que asegurar que nuestro técnico y tecnólogo sea tan competitivo como el de las universidades y en eso el Sena sí tiene competencia. 

El Sena seguirá siendo una de las instituciones que haga formación técnica y tecnológica porque esa es la manera de acceder para 500.000 colombianos.

Semana.com: Las empresas les han abierto sus puertas a los aprendices del Sena, pero todavía hay discriminación hacia ellos en salarios y reconocimiento… 

C.B.: Yo quiero que el Sena sea más reconocido en las empresas no sólo para que les mande aprendices y operarios, sino por la calidad, que los necesite porque son muy buenos. Eso es también hacer del Sena una entidad de talla mundial. Es cambiarle el chip a los empresarios y a nosotros mismos. 

Semana.com: ¿Hay algún tipo de población que no ha logrado acceder a la oferta del Sena?

C.B.: El Sena no ha dejado títere con cabeza: le ha llegado a madres, reclusos, jóvenes, negritudes, indígenas, discapacitados, policías (...) Pero este año el gran desafío va a ser la población desplazada por la ola invernal. El Sena estará presente de diversas maneras, cooperando en temas de vivienda, con cursos y servicios para los damnificados, por ejemplo, con aulas móviles. A la vuelta de un mes tendremos un plan definido. 

Semana.com: ¿Cuáles son esas decisiones que deben tomarse en el corto plazo? 

C.B.: En los próximos tres o cuatro meses elaboraremos el plan estratégico. En segundo lugar está la presencia del Sena en las zonas afectadas por la ola invernal; vamos a ver cómo cada centro regional puede apoyar y a los aprendices los vamos a involucrar. 

Otro punto es el sistema de información. Si bien hay una plataforma construida y desarrollada acá, debemos darle otro empujón porque hay un gran volumen de información. También es importante el tema de los laboratorios y el bilingüismo: hay que asegurar que nuestros egresados puedan sostener una conversación. 

Semana.com: En cuanto a recursos, ¿dos billones de pesos son suficientes, más cuando la meta es pasar de ocho millones a diez millones de estudiantes? 

C.B.: Deben serlo. Sin embargo, vamos a buscar nuevos recursos porque el dinero se invirtió en cobertura, pero necesitamos revisar la infraestructura; hay algunos centros que necesitan intervención. Hay que invertir en desarrollo de programas, formación de instructores, desarrollo de laboratorios e incorporación de nuevas tecnologías y fortalecimiento en los sistemas de información. 

Semana.com: Según la Contraloría el Sena es una de las entidades del Estado que tiene un alto número de trabajadores contratados por prestación de servicios, lo que llaman ‘nómina paralela’. ¿Qué hacer? 

C.B.: El Sena tiene 6.900 empleados, de ellos, 3.700 son instructores de planta. A medida que fueron aumentando los cupos y el servicio académico, con 3.700 no podían atender la oferta. Entonces, para aumentar el número había que hacer estos contratos. 
 
La oferta se sostiene a través de instructores, yo no veo otro camino y realmente en ese sentido, al llegar acá, dije que se contrataran los nuevos instructores porque ya hay un compromiso público con los estudiantes. 

El tema necesita ser analizado desde diversos ángulos: uno que los instructores compitan y sean evaluados, para que los muchachos tengan derecho a recibir lo mejor. Debemos fijarnos más en la calidad de lo que se hace. A veces tendemos a ver el problema en la forma y no de fondo. Lo importante es asegurar la calidad de la instrucción. 

Semana.com: ¿Qué experiencias vividas como rector de la Universidad Minuto de Dios y como gerente de la corporación podrían ser útiles para el Sena? 

C.B.: El tema del aseguramiento de la calidad. Uniminuto acreditó programas de alta calidad primero que universidades reconocidas. En el colegio Minuto de Dios, el 60 por ciento de los bachilleres se hizo profesional, entonces, primero la calidad. 

La gran amenaza del Sena puede ser la oferta gratuita indiferenciada, porque a veces la gente no lo valora. No quiere decir que se va a cobrar; pero es un tema que estamos analizando.

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