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Tema: LA CARTA DE FERNANDO VALLEJO Y SU RENUNCIA A LA NACIONALIDAD COLOMBIANA


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• Julián Marín es el proponente del tema del debate en el marco de la página de Facebook del escritor Fernando Vallejo.


LA CARTA DE FERNANDO VALLEJO Y SU RENUNCIA A LA NACIONALIDAD COLOMBIANA:


"A México llegué el 25 de febrero de 1971, vale decir hace 36 años largos, más de la mitad de mi vida, a los que hay que sumarles un año que viví antes en Nueva York. ¿Y por qué no estaba en Colombia durante todo ese tiempo? Porque Colombia me cerró las puertas para que me ganara la vida de una forma decente que no fuera en el gobierno ni en la política a los que desprecio y me puso a dormir en la calle tapándome con periódicos y junto a los desarrapados de la Carrera Séptima y a los perros abandonados, que desde entonces considero mis hermanos. Me fui a Nueva York a tratar de hacer cine, que es lo que había estudiado, y de allá me vine a México y en pocos años conseguí que Conacite 2, una de las tres compañías cinematográficas del Estado mexicano, me financiara mi primera película, Crónica roja, de tema colombiano. Entonces regresé a Bogotá a tratar de filmarla con el dinero mexicano. ¡Imposible! Ahí estaba el Incomex para impedirme importar el negativo y los equipos; la Dirección de Tránsito para no darme los permisos que necesitaba para filmar en las calles; el Ministerio de Relaciones Exteriores para no darme las visas de los técnicos que tenía que traer de México; la policía para no darme su protección durante el rodaje y el permiso de que mis actores usaran uniformes como los suyos y pistolas de utilería pues había policías en mi historia... Y así, un largo etcétera de cuando menos veinte dependencias burocráticas con que tuve que tratar y que lo más que me dieron fue un tinto después de ponerme a hacer antesalas durante horas. Entonces resolví filmarla en México reconstruyendo a Colombia. En Jalapa, la capital del Estado de Veracruz, por ejemplo, encontré calles que se parecían a las de los barrios de Belén y de la Candelaria de Bogotá y allí filmé algunas secuencias. Con actores y técnicos mexicanos, con dinero mexicano e infinidad de tropiezos logré hacer en México mi película colombiana a la que Colombia se oponía, soñando que la iban a ver mis paisanos en los teatros colombianos. ¿Saben entonces qué pasó? Que mi mezquina patria la prohibió aduciendo que era una apología al delito. Una apología al delito que se basaba en hechos reales que en su momento la opinión pública conoció y que salió en todos los periódicos, la del final de los dos hermanos Barragán, unos muchachitos a los que la policía masacró en un barrio del sur de Bogotá. A cuantas instancias burocráticas apelé, empezando por la Junta de Censura y acabando en el Consejo de Estado, la prohibieron. Nadie en Colombia, ni una sola persona, levantó su voz para protestar por el atropello, que no era sólo a mí sino al sueño de todos los cineastas colombianos, quienes por lo demás, sea dicho de paso, también guardaron silencio. Como yo soy muy terco volví a repetir el intento con mi segunda película colombiana, En la tormenta, sobre el enfrentamiento criminal entre conservadores y liberales en el campo cuando la época llamada de la Violencia con mayúscula, y con igual resultado: no me la dejaron filmar, la tuve que hacer en México y me la prohibieron, aduciendo que el momento era muy delicado para permitir una película así. Como yo sólo quería hacer cine colombiano y no mexicano, ni italiano, ni japonés, ni marciano, desistí del intento. En alguno de mis libros, aunque ya no me acuerdo en cuál, conté todo esto pero con más detalle: los camiones de escalera y los pueblitos colombianos que tuve que construir, los platanares y cafetales que tuve que sembrar en las afueras de la ciudad de México, los ríos quietos como el Papaloapan que tuve que mover para que arrastraran los cadáveres de los asesinados con la ira del río Cauca, la utilería que tuve que mandar a hacer o traer de Colombia a México, como las placas de los carros y las botellas de cerveza... Nunca acabaría de contarte cosas. Te lo resumo en una sola frase: Colombia, la mala patria que me cupo en suerte, acabó con mis sueños de cineasta.

Entonces me puse a escribir y durante diez años investigué, día tras día tras día, en un país o en otro o en otro, en bibliotecas y hemerotecas de muchos lados, sobre la vida de Barba Jacob, mi paisano, el poeta de Antioquia, que durante tantos años vivió en México y que aquí murió, y acabada mi investigación de diez años en uno más la escribí y me puse a buscar quién la editara. Se acercaba el año 1983, el del centenario del nacimiento de Barba Jacob, y el Congreso colombiano se interesaba en ello. No creían lo que yo les contaba del poeta ni los años que llevaba siguiéndole sus huellas. Me pidieron que les mandara pruebas y les mandé entonces fotos e infinidad de documentos. Nada de eso me devolvieron, con todo se quedaron y el libro lo pensaban publicar en mimeógrafo. Les contesté que eso no sólo no era digno de Barba Jacob, un gran poeta, sino de ellos mismos, unos aprovechadores públicos que se designaban como el Honorable Congreso de la República. Que se respetaran. Entonces publiqué mi biografía Barba Jacob el mensajero en México con dinero de amigos mexicanos. Cuantas veces me ha podido atropellar Colombia me ha atropellado. Hace un año me quería meter preso por un artículo que escribí en la revista SoHo señalando las contradicciones y las ridiculeces de los Evangelios. Eso dizque era un agravio a la religión y me demandaron. ¡Agravios a la religión en el país de la impunidad! En que los asesinos y genocidas andan libres por las calles, como es el caso de los paramilitares, con la bendición de su cómplice el sinvergüenza de Álvaro Uribe que han reelegido en la presidencia. Desde niño sabía que Colombia era un país asesino, el más asesino de la tierra, encabezando año tras año, imbatible, las estadísticas de la infamia. Después, por experiencia propia, fui entendiendo que además de asesino era atropellador y mezquino. Y cuando reeligieron a Uribe descubrí que era un país imbécil. Entonces solicité mi nacionalización en México, que me dieron la semana pasada. Así que quede claro: esa mala patria de Colombia ya no es la mía y no quiero volver a saber de ella. Lo que me reste de vida lo quiero vivir en México y aquí me pienso morir".

Fernando Vallejo
México, mayo 6 de 2007

Intervenciones:

Juan Carlos Suescún Casallas

Me arrepiento y me da vergüenza, porque tengo que admitir que con todo lo que pasa, con lo que paso con las elecciones de hoy, es cierto que colombia es una mala patria. Tenemos la suerte que nos merecemos. Sabio Vallejo. Me le quito el sombrero!!!!!

Hace aproximadamente 9 meses • Denunciar

• Vanessa Ruiz

si es verdad q se habla de una libertad de expresion, la cual no se ve, pero no es motivo para agradir nuestra patria acaso ella no te a alimentado, si puede q seamos como una mula harriera q carga pero nunca lleva a sus bolsillos los bienes de su tierra...

Hace aproximadamente 5 meses • Denunciar

• Ama Leon Ib

afortunado tu si te ha alimentado por q el 25% de colombianos que viven en la indigencia y 50% de colombianos que viven en la pobreza demuestran lo contrario.... esta es una partida de conformes mediocres que no tienen criterio para levantar la voz y hacerse escuchar!!!! y la verdad comparto con el compañero que vergüenza que en la tierra que nací sucedan estas cosas en primera que uno ni se entere y en segunda no haga nada por corregirlo ni evitarlo!!! el conflicto la guerra el hambre y la corrupción es solo la demostración de nuestra toma de decisiones.

Hace aproximadamente 4 meses • Denunciar

• Vanessa Ruiz

no, hablando de patria es una maravilla pero los gobernantes han perdido la ideologia de platon, si estamos llenos de un pais donde manda el rico tiene derechos y los deberes ps se arreclan o tres pesos q la mayoria no tenemos:se q tambien se habla de una libre expresion cundo acada rao somos callados y mentidos con un medio "noticias" mostrando solo la verdad de lo q conviene pero no por eso hay q hablar tan mal de nuestro pais ....

la mayoria somos pobres y mediocres y lo peor es q somos ignorantes ,por que creemos en una verdad idealista no objetiva como lo son la mayoria de propuestas presidenciales pero quien dijo que todo iba hacer bueno

Hace aproximadamente 4 meses • Denunciar

• Johan Sebastian Gómez Hernández

¿lo iban a meter preso por desagravio a la iglesia católica?, ¿como así? no se supone que esta pendejada de patria era laica desde el 91?, volvimos a la Colombia de la hegemonía conservadora pues, de verdad que fracaso de nación esta en que nos toco nacer.

Hace aproximadamente 3 meses • Denunciar

• Jairo Garcia

PAIS DE MIERDA, QUE FAVORECE LO QUE DAÑA Y MATA O EXILIA A LOS BUENOS, PAIS DE MORAL JUDEO CRISTIANA, MORAL DE ESCLAVOS E HIJUEPUTAS, COMO ME DUELE VER A ESTE MI PAIS Y MÁS AÚN ME DUELE QUE DEBO DEJARLO ALGÚN DÍA CON EL SUEÑO DE SER TRATADO COMO HUMANO. ACA NO SE PUDO

Hace aproximadamente 3 meses • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Respetado Escritor Fernando Vallejo: Cuando se nacionalizó en México, ¿acaso desconocía lo que pasó en Tlaxtelolco y la posición asumida por Octavio Paz, en ese entonces, frente a la actitud del Gobierno de dicho País ante una masacre tan bárbara de jóvenes? Eventos como éste, no hacen diferente a México de Colombia; para que Usted considere que está en un mejor País que el nuestro y anhele perecer allá como un triste exiliado. Comprendo su desilusión con la Institucionalidad y el pueblo de Colombia, la cual, con toda seguridad, es muy parecida a la de muchos otros ciudadanos del mundo con sus respectiva Institucionalidad. Pero, mi respetado Escritor, su diferencia con la tragedia de aquellos que la han padecido en otros países del mundo, es que éstos no se han rendido y Usted hace mucho fracasó en sus esfuerzos por hacer de Colombia una Patria mejor. Por esto creo, que el mejor servicio que Usted puede hacerle a las miles de víctimas de la violencia en Colombia, es no tratar de defenderlas con su expósito discurso en la distancia... Usted mismo abortó sus luchas por esta Nación, en el momento en que decidió no pisar suelo patrio... sino para hacer de su negocio bibliográfico y sus conferencias, el único medio de relacionarse con este Pueblo que Usted tanto desprecia. Como dice el bolero mexicano: ¡Ahy, Amor, ya no me quieras tanto!

Hace aproximadamente un mes • Eliminar mensaje

• Javier Mora

Prefiero morir en la tierra que me vió nacer...

Hace aproximadamente un mes • Denunciar

• Jesucristo García

Señor Raúl, usted parte de una premisa errada, lo que hace que todo su discurso se caiga: Vallejo nunca ha dicho que México sea mejor que Colombia. De hecho, en múltiples entrevistas y su obra escrita -El don de la vida puede resultar paradigmático, ah aclarado que el mundo en su totalidad es un caos, una tragedia sin remedio. Simplemente se fue de aquí porque como lo dice en su carta, Colombia le cerró las puertas y en México la vida se le ha hecho más fácil. Ahora, lo otro, ¿por qué Vallejo tendría que hacer algo por Colombia? Colombia lo atropelló y se fue, no tiene porque "buscar soluciones". Escribe por que quiere, por desocupación, porque le gusta incomodar a los tartufos y por que lo que gana con la venta de sus libros, con su negocio bibliográfico como usted dice, ayuda a sostener una fundación que recoge perros de la calle. Hace una semana aproximadamente • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Señor Jesucristo García:

Por favor lea el remate de la carta de Vallejo, en la cual afirma, tajantemente, lo siguiente:

"Así que quede claro: esa mala patria de Colombia ya no es la mía y no quiero volver a saber de ella. Lo que me reste de vida lo quiero vivir en México y aquí me pienso morir".

Bueno, puede que no lo diga expresamente, pero es claro que prefiere a México sobre Colombia, o ¿no? Además, dice que no quiere volver a saber de Colombia y que esta ya no es su patria y ¿sabe? acá, en Colombia lo veo como una vedette desfilando por todas las universidades públicas y hace poco estuvo de showman en la bilbioteca "Luis Ángel Arango" de Bogotá.

Bueno, estoy de acuerdo con Usted, que cada quien hace con su vida lo que quiere; pero así como no tiene la obligación de aportarle soluciones a este País, pues que sea coherente y cumpla con su palabra y no asome, por tanto, sus narices por acá. El mismo afirma que no quiere saber nada de Colombia; entonces, que sea consecuente.

Y es cierto, hay quienes prefieren vivir como los perros y, por tanto, solidarizarse con los mismos, y cuestionar por cuestionar a su propia especie. La labor del Sr. Vallejo es, en realidad, muy loable.

Ver la historia desde el balcón es muy fácil, mi apreciado Jesucristo, y salir corriendo de este País, porque no se le dejó filmar una película y se le negaron unos recursos es una tragedia que supera toda la violencia de todos aquellos que han padecido esta patria.

Discúlpeme, pero tal parece que usted no conoce en que familia nació el Sr. Vallejo.

Cordialmente,

Raúl de J. Roldán Álvarez

Hace una semana aproximadamente • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

Usted mismo lo ha dicho, de ahí no se desprende expresamente que Vallejo afirme que México sea mejor que Colombia, esa es una interpretación suya. Como ya indiqué, allá se la hecho más fácil vivir. Para él, posiblemente, sea México un mejor lugar para él vivir, pero no quiere decir que piense que México sea un mejor país. Habla mal tanto de México como de Colombia. Ocatvio Paz, ya que usted lo mencionó, es, por ejemplo, uno de sus blancos preferidos: lo detesta.

Vallejo no llama a las Universidades pidiendo un puesto en un auditorio: a él lo invitan a hablar, él va y habla. Que los medios colombianos lo utilicen es una cosa, eso no quiere decir que él tenga un afán protagónico de Vedette. Si le dan un micrófono, él dice su verdad. Muy a propósito:

«Ellos ya saben lo que yo voy a contestar y para qué me quieren tener ahí: para que les suba el rating, no hay de otra. Pero ellos están ganando sueldazos, yo nunca he ganado nada. Por decir las cosas, yo no estoy ganando nada ni estoy pretendiendo un puesto político; por lo menos eso me da una autoridad que no tienen ellos."

Lo que usted dice, en principio, es cierto. La consecuencia lo llamaría a no volver. No obstante, debería tomarse en cuenta que dijo que no volvería en un contexto determinado: en medio de un proceso penal por una soberana estupidez. Vallejo, a pesar de sí, quiere a Colombia y aquí tiene a su familia. Cambió de opinión y quiso volver y seguramente seguirá volviendo. ¿Qué patriota se lo va a impedir?

¿Qué es vivir como los perros? Esto tendría que concretarlo. La compasión hacia los animales no surge de ningún "vivir como un perro", es una postura que puede defenderse perfectamente de una manera racional: Desde Schopenhauer, pasando por Bentham hasta llegar a Singer y Francione (por decir a algunos) la filosofía se ha ocupado de abrirle un espacio al debate sobra el interés moral de los animales. Y no es por cuestionar a la propia especie. Una de las tareas fundamentales de la filosofía es cuestionar los supuestos que acepta todo el mundo. La idea de que el Ser el humano es el ombligo del mundo tiene que cuestionarse, y más cuando se vale de esa idea para torturar seres que tienen un sistema nervioso tan similar al nuestro.

Si Vallejo quería dedicarse al cine y Colombia no se lo permitió, ¿por qué tendría que quedarse aquí? Esa es su tragedia propia, dañó su proyecto de vida. El hecho de que mucha gente viva de forma más miserable que él no quiere decir que eso no lo afecte profundamente.

Yo sí conozco personalmente a una parte de su familia, no solo por sus libros. Cuénteme, ¿quién es la familia de Vallejo?

Hace una semana aproximadamente • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Jesucristo:

¡Qué es este discurso, por favor! Si así está defendiendo a Vallejo, es mejor que no le preste tan honroso servicio. Lo hace ver como un utilitarista despiadado, insensible, manipulado, manipulador, incoherente e inconexo. ¡Claro que lo que Usted dice tiene fundadas bases en los hechos que todo mundo conoce!

Usted dice:

1. "Vallejo no llama a las Universidades pidiendo un puesto en un auditorio: a él lo invitan a hablar, él va y habla. Que los medios colombianos lo utilicen es una cosa, (...)".

2. "Si le dan un micrófono, él dice su verdad." ¿Su verdad? Jesucristo: La verdad entendida como un constructo social le demanda al Señor Vallejo un poco de respeto para quienes vivimos y luchamos, con todas las dificultades del mundo, en este País. Además, si Usted lee la carta de este Señor Vallejo, puede observar que a él se le brindaron oportunidades, lo que sucede es que uno no siempre hace lo que quiere sino lo que puede, lea con detenimiento el principio de la carta de Vallejo:

"A México llegué el 25 de febrero de 1971, vale decir hace 36 años largos, más de la mitad de mi vida, a los que hay que sumarles un año que viví antes en Nueva York. ¿Y por qué no estaba en Colombia durante todo ese tiempo? Porque Colombia me cerró las puertas para que me ganara la vida de una forma decente que no fuera en el gobierno ni en la política a los que desprecio (...)."

Bueno, desprecia a Colombia, porque solo le ofreció puestos en el Gobierno y en la política. ¿Entonces, todos los colombianos somos culpables ante el el Sr. Vallejo, porque le brindaron la oportunidad de ocupar puestos burocráticos y políticos que despreciaba y, en ese entonces, el Estado colombiano lo traumatizó porque no le montó un negocito de cine al niño para que viviera "decentemente"?

3. "Cambió de opinión y quiso volver y seguramente seguirá volviendo. ¿Qué patriota se lo va a impedir?" (Es mejor, "viniendo"). ¿Sabe? El País es generoso con Vallejo: Le compra sus libros y, además, le protege su nacionalidad colombiana, la cual utiliza para la promoción de su obra y cumplir con las invitaciones que le hacen, para tratarnos a todos los colombianos como una mierda. ¡Por supuesto, Jesucristo, que usted siente un placer escatológico, cuando lo tratan así... su manifestación de defensa del mencionado escritor es la mejor prueba de lo que acabo de decir.

4. "Yo sí conozco personalmente a una parte de su familia, no solo por sus libros." (Entonces, Jesucristo, su pregunta sobra). Y creo que, también, leyó "El desbarrancadero", en la que hacer honor a su padre y a su hermano, Darío.

¿Sabe? Creo que Usted no ha leído con detenimiento la carta de renuncia de Vallejo a su nacionalidad colombiana. Esa carta no requiere interpretación alguna, porque no es tácita, como todo lo de Vallejo, es expresa. Él dice que Colombia es una mierda y yo soy colombiano y muchos que compran los libros de Vallejo lo son y disfrutan no solo con la crítica que le hace a este País, sino que se reconocen como una mierda por cuenta de "su verdad". En mi caso, personal, no me reconozco en su discurso, porque yo aprecio este País, he padecido su conflicto, y tengo fe en que aquellos que creemos en esta tierra podemos hacer algo por la misma desde acá y no con discursos en los que median 36 años de distancia.

Prefiero la pragmática de una vida acá con todo el dolor que la misma implica; que el Logoi y la semántica de Vallejo, desde los cuales le habla a la existencia de los colombianos, con el trasero aplastado, en su vida más fácil, como Usted dice, de su apartamento en Ciudad de México.

Respetuosamente,

Raúl de J. Roldán Álvarez

Hace una semana aproximadamente • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

" ¡Qué es este discurso, por favor! Si así está defendiendo a Vallejo, es mejor que no le preste tan honroso servicio. Lo hace ver como un utilitarista despiadado, insensible, manipulado, manipulador, incoherente e inconexo. ¡Claro que lo que Usted dice tiene fundadas bases en los hechos que todo mundo conoce!"

Me gustaría que me dijera cómo estoy haciéndolo ver como un ser "despiadado e insensible" ¿Cómo va a ser despiadada una persona que es capaz de ver un dolor que pocas personas ven, esto es, el de los animales? También me gustaría que justificara los otros cargos. Y "manipulado", no. Lo que dije es que los medios se aprovechan de su condición de personaje "controvertido". Pero no lo están manipulado, cuando él habla dice lo que él está queriendo decir. ¿Incoherente? Pues, eso no lo dije. Lo que sí admito es que Vallejo es un personaje que tiene contradicciones.

1. "¿Su verdad? Jesucristo: La verdad entendida como un constructo social le demanda al Señor Vallejo un poco de respeto para quienes vivimos y luchamos, con todas las dificultades del mundo, en este País. Además, si Usted lee la carta de este Señor Vallejo, puede observar que a él se le brindaron oportunidades, lo que sucede es que uno no siempre hace lo que quiere sino lo que puede, lea con detenimiento el principio de la carta de Vallejo:"

¿Y cómo es ese respeto que usted pide? ¿Tener que quedarse callado? ¿Le está impidiendo a usted luchar por este país? Si él ve que aquí hay mujeres hasta con quince niños y de diferente padre, y de ahí dice que esta es una raza paridora, ¿eso cómo lo irrespeta a usted? ¿Y sí después de ver que aquí asesinaban 30 mil personas al año dijo que este es un país asesino eso cómo lo irrespeta a usted? ¿Entonces qué quiere que diga? Él dice lo que ve, no se está inventando nada. Es mera apreciación de la realidad.

¿Y usted por qué dice que uno no hace lo que quiere sino lo que puede? Si Vallejo no quería dedicarse a lo que Colombia le ofreció, ¿por qué tendría que hacerlo? Resulta que ahora resignarse y agachar la cabeza y aceptar lo que le tocó a cada uno es lo que debe hacerse.

"Bueno, desprecia a Colombia, porque solo le ofreció puestos en el Gobierno y en la política. ¿Entonces, todos los colombianos somos culpables ante el el Sr. Vallejo, porque le brindaron la oportunidad de ocupar puestos burocráticos y políticos que despreciaba y, en ese entonces, el Estado colombiano lo traumatizó porque no le montó un negocito de cine al niño para que viviera "decentemente"?"

¿Y usted de dónde saca que Vallejo quería que le montaran un negocito de cine? Según usted yo no he leído la carta detenidamente, pero en la carta está claro que Valleo lo que critica es la imposición de trabas burocráticas, las limitaciones y la censura. ¿En qué parte Vallejo se queja de que el Estado colombiano no le haya montado un negocito de cine? Eso que usted dijo no tiene ningún sustento. Y sobre la culpabilidad general de los colombianos, Vallejo la sustenta en el hecho de que nadie dijo nada ante esos atropellos, Colombia entera se quedó callada. Además, con ese cuento de que no se debe generalizar todos condenan a Vallejo, pero él en muchas entrevistas ha dicho que es obvio que aquí también hay gente buena, que parecen ser cada vez menos los buenos y cada vez alzan menos su voz, pero de que la hay la hay.

"Cambió de opinión y quiso volver y seguramente seguirá volviendo. ¿Qué patriota se lo va a impedir?" (Es mejor, "viniendo"). ¿Sabe? El País es generoso con Vallejo: Le compra sus libros y, además, le protege su nacionalidad colombiana, la cual utiliza para la promoción de su obra y cumplir con las invitaciones que le hacen, para tratarnos a todos los colombianos como una mierda. ¡Por supuesto, Jesucristo, que usted siente un placer escatológico, cuando lo tratan así... su manifestación de defensa del mencionado escritor es la mejor prueba de lo que acabo de decir."

A Vallejo no le hacen ningún favor comprándole los libros. Quienes tienen sus libros los compran porque disfrutan de la sátira de Vallejo y su forma de decir las cosas. Eso no es ningún favor, ni ninguna generosidad. El ordenamiento jurídico protege a Fernando Vallejo porque así lo ordena la Carta Magna. No está haciendo ningún favor. En principio toda persona goza de igual protección del Estado colombiano, sin importar que sean nacionales o no.

Ahora, no siento ningún placer "escatólógico". Lo que dice Vallejo no me afecta en ningún sentido porque a mí no metieron ningún sentimiento patriotero por ninguna parte. Yo nací aquí, tengo nacionalidad colombiana y siento aprecio por este país porque tiene cosas buenas. Pero por eso no me voy a rasgar las vestiduras cuando alguien dice lo que es cierto: es un país atrasado, subdesarrollado, lleno de criminales, en ruinas e inculto, un país que deja que hagan lo que quieran con él. La patria no existe, ese es un cuento que se inventan los Estados para que la gente se mate por una entidad antropomórfica que no es más que una entelequia.

"¿Sabe? Creo que Usted no ha leído con detenimiento la carta de renuncia de Vallejo a su nacionalidad colombiana. Esa carta no requiere interpretación alguna, porque no es tácita, como todo lo de Vallejo, es expresa. Él dice que Colombia es una mierda y yo soy colombiano y muchos que compran los libros de Vallejo lo son y disfrutan no solo con la crítica que le hace a este País, sino que se reconocen como una mierda por cuenta de "su verdad". En mi caso, personal, no me reconozco en su discurso, porque yo aprecio este País, he padecido su conflicto, y tengo fe en que aquellos que creemos en esta tierra podemos hacer algo por la misma desde acá y no con discursos en los que median 36 años de distancia."

Como ya he dicho, Vallejo no tiene por que hacer algo por Colombia. Él dice que Colombia es una mierda porque Colombia es una mierda. Así de simple. Es un pueblo de gente perezosa y borracha. ¿Cómo es posible que el Urabá esté lleno de plátanos? ¿Eso para qué? He visto a profesores de Economía citar a Vallejo porque lo que dice no es ningún cuento, Colombia es una grosería de país. Y digo, estas generalizaciones suponen como obvio que hay gente buena. Pero eso de que en Colombia los buenos son más, no es tan cierto. La tal "malicia indígena" es la regla, por ejemplo. Este pueblo culturalmente está inclinado hacia la corrupción. Gente que normalmente es muy "buena" siempre está viendo cómo tumbar a los otros. Esos no son cuentos de Vallejo.

Y no solo he leído con mucho detenimiento esta carta, sino la obra literaria completa de Vallejo. Y tras de ella hay una declaración de amor por una Colombia digna de amar, una Colombia que ya se le murió a Vallejo. De la que no queda sino esta cosa.

Hace una semana aproximadamente • Denunciar

• Jesucristo García

Ah, y aclaro que aunque use palabras fuertes, también se lo digo muy respetuosamente.

Hace una semana aproximadamente • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Jesucristo:

Es muy positivo que reconozca que en Colombia no todo es una mierda, de un lado, quedamos usted y yo que no lo somos y otros 30 millones más: creo que Usted no puede demostrar que 45 millones seamos vivos, asesinos y corruptos; y, de otro, al menos usted reconoce que hay un ordenamiento jurídico en este País que protege incluso a aquellos ciudadanos que no tienen la necesidad de hacer nada por Colombia, que se pueden dar el lujo de decirle sus verdades sin que los maten y los asesinen y, adicionalmente, se pueden desaparecerse 36 años de su terruño, para luego emerger como una sombra con enormes alas y gritarle a este pueblo que el único que ha sido valiente es él, que huyó, que se fue, que bien poco ha enfrentado acá en este contexto. Vuelvo y repito: Si el Señor Fernando Vallejo no tiene nada que hacer por este País, ¿para qué viene a herirlo, a fastidiar, a decirle unas "verdades" a las que él no está dispuesto a aportarles solución alguna?

Lo incoherente de Fernando Vallejo y su posición, Jesucristo, es que generalizan. Yo sigo creyendo que en este País es más la gente positiva, que la negativa, aunque la negativa le propine a la imagen de la gente ética de este País, daños, a veces, irreparables.

La pregunta que yo me atrevería a hacerle a Ustedes dos, es qué hacen por este País, a parte de hablar mierda acerca de él. ¿Por qué no se van de guardaespaldas de Piedad Córdoba?

Ustedes son unos críticos sin la fuerza para aportar soluciones.

Por favor, respeten a la mayor parte de las personas de este País que son positivas. Al menos, no sean tan cacofónicos.

Raúl de J. Roldán Álvarez Hace una semana aproximadamente • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

No, el no viene a eso. Viene porque aquí tiene familia, amigos, y porque quiere a Colombia, así no lo demuestre como se supone que tiene que hacerlo: ¿con patrioterías?

Si vamos a lo de poder demostrar, usted no puede demostrar que aquí la gente buena sea más. No puede demostrarlo por más que se desgaste en recursos retóricos. Y es cierto, los hechos de los malos (que aquí son muchos) opacan los de los buenos. Pero el ataque no es a un grupo humano en sí: es a toda una idiosincracia, una forma de ser del pueblo colombiano. Aquí no estamos mal solamente por la clase dirigente (que claro tiene un culpa enorme), los colombianos tienden al sistemático silencio y olvido, con ese cuento de que hay que llevarnos de positivismo porque la vida es hermosa y lo importante es salir adelante.

Finalmente, sobre el último punto, nuevamente parte de una premisa errónea. Se equivoca cuando dice que la mera crítica no sirve, que es hacer nada. Ya Ferdinand Lasalle lo hizo ver, hablando de los factores reales de poder, que la única manera de cambiar un estado de cosas injusto, era hacer evidente ese estado de cosas injusto. Desenmascararlo, mostrarlo, exponerlo e inclusive, exagerarlo y caricaturizarlo. Solo así puede despertarse a la gente de un error, hacerles ver las cosas. El discurso del positivismo, y de que los buenos somos más lleva mucho tiempo, y al establecimiento le gusta, porque la gente se va yendo con ese manto a misa y va guardando silencio.

Otra cosa, Vallejo, además de eso, con la venta de sus libros, ayuda al financiamiento de una fundación que recoge perros de la Calle, aquí en Colombia. Eso es un problema de salud pública, y él ayuda a conjurarlo por esa vía. ¿No hace nada, eh?

Finalmente, ¿usted qué sabe yo qué hago, en qué trabajo? ¿De dónde deduce mi oficio o mis actividades en el mundo real? ¿Cómo así que "ustedes"?

Respetar no es callar. A nadie se está hiriendo, a nadie se le está impidiendo que vea el país de forma positiva, este discurso no coharta la libertad de expresión ni censura a nadie. Que no soporten opiniones que no les gustan, es otro cuento.

Hace una semana aproximadamente • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Jesucristo:

¿Qué hay de negativo en ser patriota? Quizás algunos somos unos estúpidos ÚTILES porque apreciamos o valoramos las posibilidades de nuestro País y procuramos, en consecuencia, su bienestar. Pero en cambio, aquellos como el Sr. Vallejo y usted, que no se bajan del carro de la "crítica" y viven quejándose del país, sin mostrar solución alguna al conflicto social que muy hábilmente evidencian, llegan a la categoría de ser unos estúpidos INÚTILES, porque siguen pensando que su contribución es argumentar una equivocada premisa desde la que identifican a toda una Nación en la que convierten a cada uno de sus ciudadanos en criminales, corruptos y asesinos.

Creo que las personas sensatas prefieren a los estúpidos ÚTILES como yo y una gran cantidad de patriotas que apreciamos a Colombia y queremos lo mejor para ella, que esa INUTILIDAD que ustedes le ofrecen a una Nación que requiere de agentes sociales dispuestos a creer, a crear y a cambiar. Y con esto no estoy afirmando que la crítica sea negativa, lo que hace impotente a la crítica que ustedes le ofrecen a este pueblo, es que dice evidenciar el problema, pero no aporta solución alguna al mismo.

Jesucristo: No es suficiente con criticar: es necesario aportar soluciones... pasar de la pasividad del cuestionamiento por el cuestionamiento, a la acción propia que ofrece la apuesta y la propuesta.

Ustedes son unos enfermos: Con todos los órganos que tienen y el único que utilizan es aquel por el que comen y vomitan toda su porquería maledicente... a veces, es de sabios callar y una buena dosis de esto les hace falta a ustedes.

Raúl de J. Roldán Álvarez

Hace una semana aproximadamente • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

¿Qué hay de negativo en ser patriota? Remítase al periodo de los nacionalismos para que vea cómo un montón de Estados se aprovecharon del "patriotismo de muchos". El patriotismo no es más que una entelequia de la que se vale un Estado para asegurar que hayan ciudadanos ÚTILES que estén dispuestos a morir o a matar por la patria.

La otra parte no la entiendo, en Ciencia Política tenemos un uso muy estricto de la palabra Nación, que supongo no será el mismo que usted está utilizando. Voy a partir de la base de que está utilizándola como sinónimo de población. En ese sentido ya lo he dicho, y Vallejo también lo ha dicho en varias entrevistas, se supone como obvio que no toda la gente en Colombia es mala, que hay gente buena. Una vez más le digo, el ataque es en contra de la idiosincracia Colombiana. Yo veo cómo todos los días, aquí en Medellín, pasan cosas increíbles: un carro de aguardiente se voltea y lo primero que hace la gente es robarse el aguardiente y ni se preocupan por el conductor. Otro día un colombiano de esos buenos me atropelló en una moto, diez mil carros pasaron y después de media hora uno se dignó en parar a ver si yo estaba bien y en ver cómo me ayudaban. Miles de carros pasando y tuvo que pasar más de media hora para que alguno se dignara en ayudarme. ¿y ese es el país lleno de gente buena? Usted está reduciendo el cargo a "criminales", "corruptos" y "asesinos" para hacer que "la premisa" de la que partimos, esté mala. Evidentemente 45 millones de personas no son todas "criminales", "corruptas" y "asesinas". Pero un noventa 90% de esas sí indiferente, sin memoria, acritica, llena de malicia indígena. Es que el ataque a la colombianidad no se reduce a decir que en Colombia la gente es "criminal", "corrupta" y "asesina" en su totalidad.

Finalmente, lo invito a que responda la pregunta que no pudo responder anteriormente, ¿USTED SABE YO EN QUÉ TRABAJO? ¿QUÉ HAGO? ¿USTED QUÉ SABE DE MÍ PARA DECIR QUÉ HAGO O QUÉ NO HAGO EN EL MUNDO EXTERIOR? ¿QUÉ SABE USTED EN QUÉ ME ESTÉ FORMANDO? ¿EN QUÉ PROYECTOS ACADÉMICOS Y SOCIALES PARTICIPE O NO?

Le agredecería, usted, todo un paladín del "respeto", que me respetara que mi trato hacia usted ha sido respetuoso y no lo he insultado en ningún momento, no me llame "enfermo".

Hace una semana aproximadamente • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Jesucristo:

Aunque el Estado desde el punto de vista del derecho sea una abstracción; desde el punto de vista de la vida somos todos, incluyéndolo a Usted. Y yo tengo muy claro cuales son los elementos del Estado y cuando hablo de Nación me refiero, precisamente, a uno de esos elementos que es el pueblo como soberano, aunque algunos entre este, se crean dueños y depositarios del mismo por 30 o 40 años y hasta más.

Usted habla de Estados nacionalistas que se aprovecharon del patriotismo de muchos. Bueno, me parece que en la vida tenemos que correr el riesgo de creer en algo y tratar de argumentarlo desde nuestro ser, hacer y saber. Quizás salgamos engañados, es cierto; pero si no corremos el riesgo, terminaríamos por quedarnos en un escepticismo del NO-HACER, que es, desde lo psicológico, el comienzo de un enorme trauma. Quiero aclarar con esto, que cuando hablo de escepticismo no lo asocio con la "duda metódica" del Sr. Descartes, la cual es el fundamento de un racionalismo, el cual considero valido como premisa para un adecuado pensamiento.

Jesucristo: A mí no me importa qué hace usted por fuera de este texto, aunque lo cierto es que el texto entrega buena parte de lo que es su contexto. Yo solo puedo verlo sintáctica, semántica y pragmáticamente desde su entramado discursivo expresado en su escritura. Aunque insuficiente siempre, de todos modos, los textos que usted comparte conmigo, contemplan una estructura y una intención comunicativa en contexto, la cual puedo leer desde algún enfoque y derivar algunas conclusiones de lo que, en cierto modo, es Usted y trata de decirme. O sino no tendría sentido la presencia del Sr. Chomsky, Freud, Lacan, Barthes, entre otros, en los ámbitos científicos de los estudios de la lengua.

Usted, por ahora, para mí es este texto; mientras yo no conozca un perfil social suyo, las preguntas sobran y, por ende, mis respuestas. Como dice Foucault: "No hagamos del monumento un documento, hagamos del documento un monumento" y yo no veo los documentos suyos, a excepción de estos textos.

Raúl de J. Roldán Álvarez

El martes pasado • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

Bueno, le voy a hacer entonces una aclaración. Nación, en estricto sentido, no puede asemejarse a población. El concepto nación hace referencia a una serie de elementos comunes, siempre abstractos, que unen a un pueblo. Elementos como religión, música, un hito fundacional, idiosincrasia, etc. Sobre los riesgos que dice usted hay que tomar, pues, la historia muestra lo caros que a veces resultan, como lo dije ut supra. En fin, en todo caso el hecho de que uno no sea patriota, no implica ni lógica ni necesariamente que uno caiga en el "escepticismo de no-hacer". De la premisa no se deriva la conclusión.

Lo que usted dice, eso de que un texto puede derivarse un contexto, es muy cierto. No se lo discuto. No obstante, en este caso, usted no puede concluir, basado en que pienso que este país es un verdadero desastre, que me limite a señalar la crítica y no hacer nada. Eso no tiene ningún sustento lógico. No tiene de dónde hacer esa relación. Eso es simplemente lo que hacen todos los que no soportan una opinión divergente: empiezan a encasillar al otro.

Ahora, volviendo a Vallejo, hablando sobre apuestas y propuestas, Vallejo ha hecho apuestas y propuestas, no se limita a criticar, ha dado algunas propuestas que él considera convenientes:

-Replantear relaciones con la iglesia católica.

-Control al boom demográfico por medio de medidas más fuertes.

-No votar (el abstencionismo activo es una apuesta política seria desde la ciencia política)

En fin, usted podrá discutir todas y cada una de esas propuestas; no, obstante, Vallejo sí ha hecho propuestas, y algo como "No votar", no es algo bien concreto.

El miércoles pasado • Denunciar

• Jesucristo García

Perdón, es algo bien concreto.

El jueves pasado • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Claro que tengo de dónde derivar conclusiones: Unos textos que me está enviando y un perfil en el que no aparece sino un profundo vacío acerca de usted. Si Usted no aporta algo más acerca de su perfil, es porque desea que las demás personas lo interpreten en función de la información que ofrece.

Vuelvo y le repito: Usted para mí es un texto y de este, me corresponde por obligación, derivar su contexto. Es que en la lingüística planteada por Louis Hjelmslev, la forma también deriva su contenido: Su esencia no es más que la forma que muestra.

Creo que es usted el que está suponiendo acá. En mi caso, usted cuenta no sólo con mis respuestas, sino también con un perfil claro y abierto: Creo que es Usted el que se encasilla, porque se esconde. No soy yo el que lo incrusta en un escaque. Yo no me cierro ante sus divergentes opiniones, porque soy de rostro abierto y no un fantasma.

Usted para mí, en estas condiciones, puede ser el mismo Fernando Vallejo que registra una cuenta de Facebook bajo el nombre de "Jesucristo García" y se defiende a través de un seudónimo. En resumen, es un cualquiera.

Por favor, no continuemos con esta farsa verbal, que a mí me gusta saber con quién estoy hablando... los únicos narradores que me gustan son los omnicientes de las novelas y los cuentos; pero un fantasma como usted, termina por aburrirme, porque no cae sino un una simple verborrea y no puede mostrarse de cuerpo entero y de rostro abierto ante los demás.

En conclusión, usted no alcanza a ser un signo, porque no tiene un referente. ¿Cómo quiere, entonces, ser cualquier cosa en este texto, cuando su referente es indeciso, no es claro, es una sombra? Yo no quiero darle más una vida referencial a alguien que "tira la piedra y esconde la mano", perdón, el rostro.

Raúl de J. Roldán Álvarez

El domingo • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

"Si Usted no aporta algo más acerca de su perfil, es porque desea que las demás personas lo interpreten en función de la información que ofrece."

Su razón es muy profunda y muy psicológica, pero la verdad está muy, muy, pero muy alejada de la realidad. No tengo una foto, ni muestro mis referencias académicas, ni en qué trabajo, ni si estudio, ni si me inspira Foucault o Sartre o Heidegger, no por esa razón que usted da, sino por mera precaución de seguridad y privacidad. Al Facebook acceden toda suerte de personas, y se han registrado ya muchos casos donde se demuestra que estas redes sociales son usadas por criminales para hacer sus trabajos de inteligencia. Además, no todas las personas son respetuosas y tolerantes. Un ejemplo concreto, en el muero de la Asamblea de Estudiantes de la Universidad de Antioquia: varios estudiantes han sido amenazados vía mensaje privado (han sido estudiante tanto estudiantes de izquierda como estudiantes de derecha). Usted podrá llamarme cobarde, pero siguiendo a Mark Twain, no estaría dispuesta a morir por una idea, porque, en últimas, podría estar equivocado.

E insisto, usted podrá, sí, decir que yo me escondo, que yo no doy la cara, que podría ser cualquiera, pero de ahí a afirmar qué hago y qué no hago "en el plano de la realidad", hay una diferencia abismal.

Finalmente, a usted no debería interesarle si hay un rostro o una información, debe centrarse en las ideas, en atacarlas y debatirlas. Responderme hablando de mí como persona es argumentación ad hominen, dirigida a la persona.

El lunes • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Dice Usted en su texto anterior:

"Finalmente, a usted no debería interesarle si hay un rostro o una información, DEBE CENTRARSE EN LAS IDEAS, en atacarlas y debatirlas. Responderme hablando de mí como persona es argumentación ad hominen, dirigida a la persona."

Debo centrarme en las ideas, dice Usted. ¡Qué cartesiano es! Esta concepción que usted solicita convertir en eje de este debate; en la actualidad, la rebate un psicólogo con una mano amarrada.

Está demostrado que somos más que "cogito ergo sum": Las percepciones son la primera fuente de información, de la cual la mente se apropia para edificar un conocimiento, pero desconociendo sus orígenes. Hoy, esto es claro, está demostrado, y, por tanto, las apuestas y propuestas, en ámbitos diversos de la academia, apuntan a que debe abordarse la problemática del conocer y la argumentación no sólo desde lo mental, sino desde diversas dimensiones intervinientes en la formación y conformación de nuestra especie y de sus productos ya sean lógicos, éticos o estéticos.

Ese eje que Usted asume como rector de su pensamiento, es lo que no sólo lo convierte en un fantasma, en una entidad sin rostro, sino que supone, a su vez, y de modo muy reducido, que la interactuación humana depende tan solo de esa dimensión, llena de miedo y de terror, en la que anhela ubicar nuestro encuentro. ¡Qué tal si lo invito a que aborde la hermenéutica de Gilbert Durand, su hermoso trayecto antropológico, en el que trata de sacarnos del "signo sin pregnancia", apoyado en un Freudismo que lo convierte en la representación de rostros patológicos guardados en el subconsciente que debemos develar para poder reconocer nuestra enfermedad y diluirla; para llevarnos, de modo enaltecido, de la mano del "símbolo", con el rostro despejado y sonriente, al hermoso territorio, lleno de jardines, en el que la creación es el eje y el pensamiento es el humilde aprendiz de la misma. Es que no es la creación una sirvienta del pensamiento; sino el pensamiento un derivado de la creación... Nosotros creamos los diversos modos de pensar... Descartes quiso convertir la creación en una sirvienta de un modo de pensar ("la duda metódica")... y lo logró desde 1628 hasta hoy, desde cuando publicó sus controvertidas "Reglas para la dirección de la mente" y dejar a nuestra especie sin posiblidad antropológica alguna... el título de este ensayo, no le deja mucho a otros ámbitos de nuestra vida. ¿No cree?

Jesucristo, por eso le dije en mi mensaje anterior, que no me ponga en la farsa de debatir con alguien que desea la reducción de lo que siento y quiero al fantasma de su soledad mental: Una argumentación llena de miedo, sin rostro, sin la presencia de Gadamer, de las máximas de cortesía de Paul Grice, de la sensibilidad de los contextos.

Raúl de J. Roldán Álvarez

Hace 2 horas • Eliminar mensaje

• Jesucristo García

Eso desde la lingüística es un discurso maravilloso. No obstante, dudo que cuando le diga a un paramilitar de extrema derecha o a un guerrillero de extrema izquierda cuando me esté amenazando y conozca mi rostro, que no me mate porque tengo a Gadamer y Paul Grice acompañándome y que por eso opiné libremente y develando mi rostro él me diga que tengo razón.

Y bueno, esta información que usted me da es muy útil, porque hasta donde yo entendía, en las reglas de argumentación, lo siguiente era una falacia ad hominem.

A afirma B;

Hay algo cuestionable acerca de A,

Por tanto, B es falso.

Pero bueno, cambiaron las reglas entonces y ahora lo cuestionable de A se la pasa al argumento.

Tiempos en los que se atacaba al argumento en sí y no a la persona, idos sois.

Hace 2 horas • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

Precisamente, esa falacia tiene mucho de cuestionable, cuando está dejando el argumento sin el peso de la experiencia del sujeto, sin la evidencia de un proceso identitario en el que pueda sostener su conceptualización y sus proposiciones. Por ejemplo, su caso, es el de (?) que trata de convertir en universal algo que no lo es: (?) está haciendo todo lo posible por convencerme y convencer a quienes leen nuestros encuentros, de que la idiosincrasia del colombiano es la de un tipo corrupto y malo. Yo, en cambio, trato, sumándole mi presencia y experiencia al argumento, de convencer a quienes me leen, incluyéndolo a Usted, de que esa no es la idiosincrasia de nuestro pueblo, que este es un País con demandas y ofertas como cualquier otro, y que, por tanto, no podemos volver a las aciagas épocas en que nuestros conciudadanos sentían vergüenza, a la manera de Vallejo y la suya, de ser colombianos, porque CREÍAN que ese problema era solo nuestro.

Así, sus argumentos sustentan, igualmente, la misma problemática mencionada por Usted como idiosincrática del colombiano, en otros Países y, en consecuencia, la corrupción, la maldad, la violencia, no son de nuestra exclusiva cosecha: Observe la época de Al Capone en los Estados Unidos; la época de Stalin en la URSS; ahora, los niveles de corrupción y las largas dictaduras contra las que están protestando miles y miles de ciudadanos en los países de Oriente.

De tal modo, la forma como Usted opera ese argumento de la idiosincracia, en virtud de que no acontece sólo acá, hace, precisamente, que la problemática no sea idiosincrática, es decir, nuestra, sino de toda una gama de países alrededor del mundo. En este sentido, eso que denomina Usted como idiosincracia colombiana (corrupción y maldad) es una triste falacia, en la medida en que no permite diferenciarnos de lo que caracteriza la vida institucional y social de otros países. Todo esto, si entendemos "idiosincrasia" como los rasgos, el carácter, etc., distintivos y propios de un individuo o de una colectividad.

¿Sabe? El asunto con los argumentos es más de convencimiento que de validez en las proposiciones y las reglas, aunque por supuesto, hay momentos en que debes tratar de buscar la validez formal en los mismos.

Jesucristo: No se esconda. Gástese la vida viviendo y pague el precio por la misma... ¡Ahorrándola, la perderá más temprano que tarde! Y con sus argumentos mentales, angustiados y reducidos, está terminando por devaluarla. ¡Triste presencia la suya en este mundo, cuando se convierte en una voz sin rostro, en una especie de Big Brother vigilante, pero que no se deja ver para no poner en riesgo su poder y terminar por atacar aquello que tanto defiende cuando se oculta: la libertad de expresión, la necesidad de ser Usted ante los demás, pero, sobre todo, ante Usted.

Bueno, y quiero aprovechar para recordarle, que no se puede reducir la comunicación y el proceso sígnico a los ámbitos de la lingüística. Esto tiene que ver con un campo más amplio que es el de la semiótica en su vínculo no sólo con la lógica sino con la psicología y la antropología. La comunicación no es solo de tipo verbal y no está supeditada a la teoría clásica de la argumentación, que es en la que Usted trata de sostenerse. Lea los nuevos enfoques desarrollados, a modo de ejemplo el de Toulmin, el cual se acerca a su campo de saber (jurídico), por lo que he podido inferir de nuestros intercambios. Toulmin desarrolla sus presupuestos, a partir del siguiente interrogante: "¿Al presentarse los argumentos en una forma geométrica simple contribuye a hacerlos más contundentes?".

Por favor, le solicito que tratemos de llevar este intercambio a otro nivel. ¡Piénselo y me puede informar por e-mail para que nos pongamos de acuerdo! Pero, en estas condiciones, siento que cada vez se limita más el sentido (hermenéusis) de nuestro radio de acción dialéctico.

Precisamente, estoy realizando un copy de estos intercambios entre Usted y yo, para llevarlos a un curso que dicto en la universidad y adoptarlos como pretexto, en el adecuado sentido de la palabra, y debatir acerca de los presupuestos de los esquemas argumentativos de la teoría clásica, pasando por la retórica de Richard Whately y llegando a Toulmin, Van Eemeren y la nueva retórica de Cha'im Perelman y Lucy Olbrechts-Tyteca. Creo que, desde el rol que cumplo y la vocación que me orienta, puede darle sentido a todo lo que Usted y yo hemos venido haciendo.

Raúl de J. Roldán Álvarez

Jesucristo García

"Precisamente, esa falacia tiene mucho de cuestionable, cuando está dejando el argumento sin el peso de la experiencia del sujeto, sin la evidencia de un proceso identitario en el que pueda sostener su conceptualización y sus proposiciones."

Esto es lo que me preocupa, según esto, el argumento de autoridad, tan reprochable según lo que yo tenía entendido -desde los esquemas argumentativos de la teoría clásica, como usted dice-, será algo completamente utilizable en discusiones y debates.

"Por ejemplo, su caso, es el de (?) que trata de convertir en universal algo que no lo es: (?) está haciendo todo lo posible por convencerme y convencer a quienes leen nuestros encuentros, de que la idiosincracia del colombiano es la de un tipo corrupto y malo. Yo, en cambio, trato, sumándole mi presencia y experiencia al argumento, de convencer a quienes me leen, incluyéndolo a Usted, de que esa no es la idiosincracia de nuestro pueblo, que este es un País con demandas y ofertas como cualquier otro, y que, por tanto, no podemos volver a las aciagas épocas en que nuestros conciudadanos sentían vergüenza, a la manera de Vallejo y la suya, de ser colombianos, porque CREÍAN que ese problema era solo nuestro. "

Primero, no estoy tratando de convencer a nadie de nada. Estoy dando mi punto de vista sobre un tema en específico y punto. Tampoco estoy tratando de Universalizar nada. Por Universalizar, voy a suponer que está queriendo decir generalizar. He insistido en que supongo como obvio que hay excepciones.

Ahora, volvemos al punto de tema Nación. De hecho, algo que caracterice a todos los habitantes de un territorio que los haga resaltar como únicos es muy difícil de encontrar. De hecho, en el campo de la Ciencia Política, Charles Tilly ha sostenido que el concepto de Nación no existe, salvo dos contadas excepciones, que si mal no recuerdo son Suecia e Irlanda. Según eso, bueno, de hecho no hay verdaderas conexiones entre la población de determinado territorio que nos haga pensar que comparten una común forma de ser. No obstante, tomo "idiosincracia colombiana" como un conjunto de formas de ser que son generales en los colombianos y que son más evidentes acá que en otras partes.

Un ejemplo muy simple. Colombia es un país exageradamente rico en toda suerte de recursos naturales. En términos del fallecido David Sánchez Juliao, uno acá escupe al suelo y crece un árbol de lo que sea. No obstante, países con menores recursos naturales y más pequeños tienen un PIB hasta diez veces mayor. ¿Y por qué? Acá la gente es perezosa. Basta ver cómo son los estudiantes. Se quejan de que no hay educación, y cuando tienen acceso a ella, no leen los documentos y son bastantes mediocres o no toman en serio el proceso educativo. (Obviamente hay excepciones). Sí, claro, eso también obedece a procesos políticos históricos en los que la clase dirigente ha llevado a Colombia a este atraso; no obstante, los colombianos no hacen nada, no levantan la voz, no se cuestionan, no se preguntan, no se organizan, nada. Para eso no necesitan que el gobierno les dé. Para pensar no se necesita sino querer pensar.

Y estas no son simples observaciones subjetivas mías. Desde la economía, estudiando las características estructurales de nuestra economía, uno puede ver cómo este es un país atrasado y subdesarrollado no solo por la desidia de la clase política (aunque claro que influye).

Además, los colombianos son los que se encargan de crearse una imagen mala en el exterior. Siempre o casi siempre que capturan a una banda de narcotraficantes en el mundo, hay colombianos de por medio. ¿Por qué no utilizan esa inventiva que los hace ser capaces de transportar cocaína en naranjas en empresas legales? Porque es más fácil lo otro. Aquí a la gente le gusta lo fácil. Es una observación sociológica. Es un país facilista.

Ahora, yo no me avergüenzo de ser colombiano. Porque no sé que sea eso de Ser-Colombiano. Yo nací en Colombia. No me avergüenzo de ello y cuando por ejemplo hablo con algún francés por este mismo medio para practicar mi escueto idioma, le digo inmediatamente, en mi escueto francés, que este es un bonito país, que cuando pueda se dé la pasada que la gente es amable y es un país interesante. Esa es otra inferencia suya. Que yo diga que este país es un desastre, no quiere decir que me avergüence de haber nacido aquí, o que lo niegue.

"Así, sus argumentos sustentan, igualmente, la misma problemática mencionada por Usted como idiosincrática del colombiano, en otros Países y, en consecuencia, la corrupción, la maldad, la violencia, no son de nuestra exclusiva cosecha: Observe la época de Al Capone en los Estados Unidos; la época de Stalin en la URSS; ahora, los niveles de corrupción y las largas dictaduras contra las que están protestando miles y miles de ciudadanos en los países de Oriente."

Sí. Por eso mismo he dicho -y Vallejo también- que Colombia no es peor que ningún otro país. Que el mundo en general es caótico y desastroso. Lo de la "idiosincrasia", como ya le dije y siguiendo a Tilly y su no aceptación del concepto Nación, lo tomo en el sentido de que las formas de ser de los colombianos tienen ciertas particularidades en razón de su contexto espacial e histórico. Las formas de ser reprochables de los rusos no son las mismas que las de los colombianos.

"¿Sabe? El asunto con los argumentos es más de convencimiento que de validez en las proposiciones y las reglas, aunque por supuesto, hay momentos en que debes tratar de buscar la validez formal en los mismos."

Yo privilegio la validez por sobre el convencimiento. Convencer se puede de cualquier cosa a alguien, aunque no sea cierto. Ahora, no me estoy sujetando a la validez formal porque por medio de la validez meramente formal se puede llegar a razonamientos materialmente cuestionables.

"Jesucristo: No se esconda. Gástese la vida viviendo y pague el precio por la misma... ¡Ahorrándola, la perderá más temprano que tarde! Y con sus argumentos mentales, angustiados y reducidos, está terminando por devaluarla. ¡Triste presencia la suya en este mundo, cuando se convierte en una voz sin rostro, en una especie de Big Brother vigilante, pero que no se deja ver para no poner en riesgo su poder y terminar por atacar aquello que tanto defiende cuando se oculta: la libertad de expresión, la necesidad de ser Usted ante los demás, pero, sobre todo, ante Usted."

Pues, no es temor a la muerte. Ni estoy ahorrando la vida. Simplemente, no es conveniente poner tanta información en un medio al que accede todo tipo de personas. Es más, no tengo problema en decirle quién soy o qué hago. Mi problema está en dejar al aire y a la buena de Dios (que nunca es buena) mis datos personales. Nada más estoy siguiendo los consejos que se dan para un uso responsable de las redes sociales.

Tan es así que puedo darle mis datos personales, para que no insista en ninguna teoría de un miedo a reconocerme como persona frente a los demás o qué sé yo.

Me llamo Juan Camilo Rua. Soy estudiante. Tengo veinte años. Estudio Derecho en la Universidad de Antioquia, quinto semestre. En la Universidad Nacional de Colombia Sede Medellín, estudio Ciencias Políticas. Estudio, como parte del proceso académico, Francés e Inglés.

Mis intereses académicos se enfocan, desde lo jurídico, en asuntos de filosofía moral y su relación con el Derecho.

Si no estuviera interesado en hacer nada por este país, no estaría estudiando estas dos carreras.

"Bueno, y quiero aprovechar para recordarle, que no se puede reducir la comunicación y el proceso sígnico a los ámbitos de la lingüística. Esto tiene que ver con un campo más amplio que es el de la semiótica en su vínculo no sólo con la lógica sino con la psicología y la antropología. La comunicación no es solo de tipo verbal y no está supeditada a la teoría clásica de la argumentación, que es en la que Usted trata de sostenerse. Lea los nuevos enfoques desarrollados, a modo de ejemplo el de Toulmin, el cual se acerca a su campo de saber (jurídico), por lo que he podido inferir de nuestros intercambios. Toulmin desarrolla sus presupuestos, a partir del siguiente interrogante: "¿Al presentarse los argumentos en una forma geométrica simple contribuye a hacerlos más contundentes?".

Mis conocimientos en teorías de la comunicación son casi -y sin el casi- nulos. Entonces, voy a seguir su consejo y profundarizaré en ese campo de estudio para reconsiderar mi posición frente a la validez actual de la teoría clásica de argumentación.

Y sobre lo último, de seguro será muy provechoso para usted y sus estudiantes.

El miércoles • Denunciar

• Raúl De J. Roldán

LA IMPORTANCIA PEDAGÓGICA Y DIDÁCTICA DE DEBATIR POR LAS REDES SOCIALES

Gracias, Juan Camilo, por darme la oportunidad de debatir con Usted y de ofrecerme un importante insumo para mis cursos. ¡Qué positivo sería que las personas se preocuparan más por aprovechar las Redes Sociales para actividades como esta de debatir sobre asuntos interesantes y necesarios!

Eres un buen debatiente y puedo apreciar, por lo que ha enunciado, que viene adelantando sus estudios no solo con responsabilidad sino con reflexividad.

¡Ojalá muchos de los estudiantes tuvieran su nivel, para interlocutar! Ya fotocopié su debate conmigo en este Foro y le sumaré está última intervención suya. Estoy diseñando los objetivos de la misma y el producto que espero los estudiantes, de los cursos de Interpretación textual, de Análisis del Discurso (AD) y de Argumentación, me entreguen como evidencia de la aplicación de las herramientas ejercitadas en virtud del desarrollo de nuestro enriquecedor proceso de enseñanza-aprendizaje.

El otro propósito de la actividad mencionada, es enseñarle a algunos colegas míos cómo los Debates por medio de las Redes Sociales no tienen un carácter cosmético como tratan de hacérselo ver a sus propios estudiantes y cómo sí se puede aprender por medio de los mismos, a condición de que se tenga la mente abierta a aceptar que el mundo cambió, que Ustedes los jóvenes que pertenecen a la NET GENERATION vienen llevando a las Instituciones Educativas y Universidades saberes previos que infortunadamente los docentes, por no ser cercanos a la virtualidad, no alcanzan siquiera a sospechar. ¿Sabe? Muchos de mis colegas piensan que los copies que adelantan sus estudiantes, cuando realizan sus actividades académicas, valen solo como un plagio; y creo, que ello se debe a que ignoran que ya la información está disponible y que la misma solo vale en la medida de lo que producimos con ella. Esto quiere decir, que si yo le enseño a un estudiante a conectar, a marcar un texto, a cohesionar, a coherenciar, es decir, le entrego herramientas para que le dé sentido contextual (hermenéutica) a lo que piensa y desea expresar... y él las aplica sobre el esquema (sintáxis) y la significación intratextual (semántica) de un(os) texto(s) de otro(s), con toda seguridad, está reelaborando y creando un texto nuevo y no una pobre copia como algunos de mis colegas, lo repito, tratan de hacer ver cuando ignoran acerca del uso pedagógico y didáctico de este medio-canal, el más importante desarrollo para la comunicación y la representación que el ser humano ha creado.

En tal sentido, he venido trabajando sobre un texto asociado a un enfoque conceptual, el cual he denominado: LA IMPORTANCIA DEL COPY EN EL DESARROLLO DEL PROCESO ENSEÑANZA APRENDIZAJE: ELEMENTOS PARA UNA DIDÁCTICA DESDE EL COPY.

Si requiere interactuar de manera directa conmigo sobre algún asunto de su interés en el que usted sospeche tenga alguna competencia, mi celular es: 3108431329.

Cordialmente,

Raúl de J. Roldán Álvarez
Docente